Balance

El sector citrícola afronta con buenas perspectivas la segunda parte de la campaña

La Unió de Llauradors ha hecho balance de un 2020 negativo por el fuerte impacto de la crisis en el sector.

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Otro sector productivo que ha hecho balance es el agrícola a través de La Unió de Llauradors. Todo ello en un año complicado que parecía haber retomado la producción con buenos datos en la campaña citrícola pero que en las últimas semanas se había estancado. Ante ello, eso sí, su secretario general Carles Peris confía en que la segunda parte de la campaña vuelva a mostrar datos positivos.

Además, LA UNIÓ de Llauradors señala que el sector agrario, las personas agricultoras y ganaderas, han sido y son esenciales ante una crisis como la de la Covid-19, pero los aplausos que han recibido no se han traducido en unos mejores precios en este 2020.

Esta es la principal conclusión del balance agrario 2020 presentado hoy en rueda de prensa virtual por la organización, quien ha hecho un informe detallado sector por sector. “Salvo los productores de cítricos -y ya veremos como acaba la campaña-, los de cereales y los de granada, el resto de sectores se han hundido con esta crisis. Ninguno de los otros sectores ha visto como sus productores obtenían unas mejores cotizaciones a pesar de la mayor demanda de los mercados y el aumento del consumo. Todas son cifras en negativo y en algunos casos se arrastran durante muchas campañas. Si alguie se beneficia de esto puedo asegurar que no somos nosotros”, ha dicho Carles Peris, secretario general de LA UNIÓN en su intervención.

La respuesta ante esto no ha sido la adecuada por parte de las Administraciones, según LA UNIÓ. Por ejemplo, de los 6,5 millones de euros en las tres ayudas de la Conselleria de Agricultura para compensar los daños por la COVID-19 (mercados, venta telemática y ganadería), únicamente se ha concedido poco más de la mitad del presupuesto, concretamente el 51%. “Esto quiere decir, como denunciamos desde LA UNIÓ en su día, que las cosas no se habían hecho bien, que no se cuenta con los que vivimos de esto”, ha señalado Peris.

No ayuda a la recuperación de la rentabilidad del sector agrario valenciano, la firma de acuerdos comerciales de la UE con terceros países que continúan perjudicando a los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana. En relación a este asunto, Peris ha añadido que “sin estudios sobre sus efectos, y sin reciprocidad en materia social y de fitosanitarios, nos resulta cada vez más dificil competir en un mercado tan globalizado con los acuerdos que firma la UE con terceros países”.

La globalización y esta pandemia tienen que servir, a juicio de LA UNIÓ, para fomentar modelos agroalimentarios que pongan en valor que los productos tengan la mayor proximidad posible. “Los consumidores tienen que concienciarse a la hora de la compra que cuanto más cerca sea lo que adquiere, más ayuda a la riqueza de nuestros productores, de nuestros pueblos, al mantenimiento del territorio en el cual vive e incluso en la contribución para mitigar el cambio climático”, ha afirmado Carles Peris.

En este sentido, LA UNIÓ ha lanzado hoy una propuesta para que de los fondos europeos para la recuperación, se dedique una parte a proyectos de reestructuración y reconversión de los sectores agrícolas y ganaderos valencianos. Como ejemplo, y entre otros, la organización ha nombrado:

• Reconversión varietal para hacer una citricultura más sostenible, de forma que el cultivo sea más compatible con la apicultura (por su importancia en la biodiversidad) y por tanto, habría que ir a una reestructuración con variedades irradiadas y que no provoquen la aparición de semilla y, al mismo tiempo, sería una fruta más apreciada en los mercados.

• Establecer una ayuda para el arranque de superficie de ciruelos para adecuar la oferta a la demanda, un cultivo que puede desaparecer del campo valenciano si no se toman medidas urgente.

• Una línea de ayuda específica para las personas profesionales para la reconversión y reestructuración de sector de frutos secos en zonas de secano, con el objetivo de implantar variedades adaptadas, de mayor rendimiento y poder ser más competitivos con el cultivo en regadío.

• Aumentar la línea de las ayudas a la mejora de la competitividad ganadera, porque se ha visto que muchos profesionales se queda fuera del acceso a las mismas por falta de presupuesto.