investigación
El ITC concluye un proyecto para mejorar el estudio de la presencia de sílice cristalina en la cerámica
REACTMAC ya ha generado interés en varias empresas azulejeras y se presentará en diciembre en el Congreso Nacional de Medio Ambiente.
Castellón - Publicado el
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El Instituto de Tecnología Cerámica ha finalizado el trabajo dentro del proyecto REACTMAC, un estudio que bajo un complicado nombre ha logrado novedades en la caracterización de sílice cristalina en productos cerámicos.
Una investigación que más allá de los resultados palpables sí va a resultar importante para los laboratorios de las empresas, para seguir controlando y sobre todo validando equipos para controlar la delicada presencia de este producto. Nos lo ha explicado la investigadora principal de REACTMAC dentro del ITC, Pilar Gómez: "Dentro de este ámbito hay un esfuerzo para controlar la presencia de sílice cristalina. Y vimos que uno de los principales hechos que teníamos que abordar era tener métodos de ensayo precisos para la caracterización de esta sílice cristalina. Hemos querido desarrollar métodos muy fiables de aplicación al análisis de productos cerámicos. Es importante porque, cuando tengamos modificaciones, haya métodos fiables que indiquen interferencias y que nuestros resultados estén armonizados en otros centros a nivel mundial".
Un trabajo que se ha saldado con unas conclusiones interesantes de cara a mejorar el estudio de la reactividad de la sílice cristalina en los productos cerámicos.
Gómez ha destacado que "una de las cosas que ocurre es que no hay una norma, un procedimiento específico para análisis que ya lo está requiriendo el mercado. Hemos generado con este proyecto es un conocimiento teórico que pueda compartirse para poder desarrollar nuevos métodos de análisis y que en un futuro podamos tener una norma que aporte más confianza y análisis a nivel mundial. Además, las empresas tienen con ello una herramienta para poder evaluar eficacia de cambios en el proceso productivo".
vigilar los otros productos
Entre las soluciones que han encontrado en este proyecto desde el ITC, 3 nombres destacan: cuarzo, cristobalita y tridimita. Son 3 de los elementos que forman parte de la sílice y para el que se han desarrollado patrones de referencia secundarios de cara a dar respuesta a su cuantificación: "Esta sílice no sólo no se comporta igual en los diferentes productos. Por ello, para cada producto hay que tener en cuenta que la reactividad será diferente".
presentaciones
Un trabajo que ahora se finaliza pero que no supone cerrarlo. Y es que ahora llega el momento importante, que es el de darlo a conocer para que su pueda impulsar aún más el control de este elemento cancerígeno. Por ejemplo, lo harán el próximo mes de diciembre en Feria Madrid, con motivo de la celebración de CONAMA, el Congreso Nacional de Medio Ambiente: "El ser de estos proyectos es que este conocimiento se pueda transferir tanto a empresas como a organismos. Vamos a presentarlo allí pero también estamos preparando una serie de documentos técnicos que iremos publicando en revistas de alto impacto".
Y más importante incluso es el ofrecimiento a los principales beneficiarios de este proyecto, las empresas del sector azulejero. Ya ha habido una primera acogida positiva y espera Gómez que continúe en los próximos meses: "Algunas a título personal nos preguntan, aunque últimamente ha habido más inquietud en saber el resultado que hemos obtenido o el principal hito logrado, con lo que ha crecido el contacto con nosotros".