Reclaman integrar el Trabajo Social en los centros educativos

El Colegio Oficial de Trabajo Social pone en valor la figura del Trabajo Social Educativo

Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló

Trabajadoras Sociales de Castellón

Quique Rodríguez

Castellón - Publicado el

4 min lectura

      
      
             
      

La aportación del Trabajo Social al sector educativo “es clave” desde el punto de vista de la detección de problemáticas, la prevención, la sensibilización sobre diferentes temas, la coordinación con otros servicios y el trabajo comunitario, o la intervención sociofamiliar. 

Es el mensaje en el que, con motivo del Día Internacional de la Educación, quiere poner el foco el Col·legi Oficial de Treball Social de Castelló, y la razón para reivindicar una mayor presencia de la figura del Trabajo Social Educativo en escuelas e institutos para reforzar la atención a alumnado y familias. 

Y es que, a pesar del impacto positivo de la profesión en el contexto escolar, su presencia a día de hoy es “totalmente insuficiente” para alcanzar “una educación verdaderamente inclusiva que atienda a la realidad social y familiar de las y los estudiantes”. 

Somos cinco trabajadoras sociales para toda la provincia”, indican tres de estas profesionales, Maider Macareno, Marisa Saavedra y María Alcalá, trabajadoras sociales en las Unidades de Orientación Educativa (UEO) dependientes de la Conselleria en Castelló. En este sentido, urgen recursos y, sobre todo, la “necesaria mayor apuesta de la Administración Pública por nuestra figura profesional”. 

Entre las cinco trabajadoras sociales -dos en Castelló, una en Vila-real, otra en Borriana y una quinta en la zona de Vinaròs- atienden al estudiantado de los más de 200 centros públicos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato, Educación Especial y Formación Profesional que tiene la provincia de Castelló, lo que arroja una ratio de 1 trabajadora social para 40 centros escolares. 

Sostienen que superar esta ratio es la base para poder realizar una intervención “continuada y más eficaz en los centros, con las familias y recursos del entorno”. El día a día de la atención desde el Trabajo Social en el ámbito socioeducativo La atención que desde el Trabajo Social se realiza en el ámbito socioeducativo sigue dos vías: atención sistemática a unos centros concretos, acudiendo a ellos presencialmente los días acordados; y atención puntual “a los centros que realizan lo que llamamos activaciones telemáticas”, explican las trabajadoras sociales. 

      
             
      

En los centros sistemáticos, al considerarse centros con un nivel alto de necesidades, se pretende hacer un trabajo preventivo y de seguimiento de casos. Mientras que, con las activaciones, se responde a una necesidad puntual del centro, “bien para la colaboración en realización de una hoja de notificación, asesoramiento en recursos sociocomunitarios, mediación familiar, etc”, detallan. 

Todos los centros tienen asignada una trabajadora social a la que pueden activar, “pero cada una de nosotras acudimos a dos centros normalmente de forma sistemática. Esto significa, teniendo en cuenta las circunstancias actuales, que sólo ocho centros de toda la provincia cuentan con atención sistemática/continua de un día a la semana”, indican. 

En los últimos años se ha incrementado en una profesional el equipo provincial de Trabajo Social Educativo, pasando de cuatro a las cinco actuales. “Hay intentos de formalizar nuestra intervención o de dotarnos de ciertos instrumentos de trabajo, pero es necesaria una mayor implicación por parte de Administración”, insisten. 

      
             
      

Cuidar el sistema educativo público 

Además de estas reivindicaciones, las tres profesionales coinciden en sumar otra con motivo de esta jornada: cuidar el sistema educativo público. “La educación es el fundamento básico para la construcción de cualquier sociedad justa. Permite la superación de desigualdades y el progreso. Sin una educación pública y de calidad para toda la población, no hay democracia ni justicia social”, afirman. 

Por ello advierten de las “concepciones privatizadoras y de negocio en este y otros ámbitos, que ponen en peligro el acceso a derechos y la misma cohesión social; porque si la educación, como derecho, se convierte en un privilegio sólo al alcance de quienes tienen más recursos, tendremos un sistema educativo segregador y que perpetuará las desigualdades”. 

      

Por último, apelan a la simbiosis entre Trabajo Social y Educación, que pilota sobre el hecho de compartir la misma base de valores “indivisibles y universales” como son “la dignidad humana, la libertad y la igualdad”. 

Una educación de calidad y realmente inclusiva debe tener una mirada amplia, que asuma que el alumnado tiene un contexto sociofamiliar que incide directamente en el proceso educativo, y que es importante considerar; y que no olvide que a lo largo del proceso educativo hay situaciones que exigen un abordaje interdisciplinar”, concluyen.