Cáritas Valencia: "Muchas familias de Ucrania no pueden emanciparse por los altos precios del alquiler"
Cáritas acoge en sus viviendas a 18 familias procedentes de Ucrania, a las que ayuda a encontrar trabajo para poder emanciparse
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Se ha cumplido un año desde que estalló el conflicto de Ucrania y la Comunitat Valenciana se volcó en la ayuda y también en acoger a miles de familias ucranianas que salieron del país buscando alejarse de los bombardeos.
Hace unos días el Gobierno valenciano informó que los pisos que cedió para acoger a esas familias ya están vacíos. Sin embargo, no sucede lo mismo con las viviendas de Cáritas que a día de hoy acogen todavía a 18 familias, como ha explicado en COPE Fani Raga, coordinadora del área de animación de Cáritas Valencia
"Estamos ya en la fase de salida, pero respetando sus ritmos y las posibilidades que cada una tiene, porque solo unas pocas han regresado a su país. Las que se han quedado aquí, siguen necesitando un techo, bien porque la situación del país no es todavía lo suficientemente segura, o porque sus casas allí se han destruido o han perdido sus trabajos, y aquí, han encontrado trabajos temporales que no les dan la estabilidad que necesitan para emanciparse y lograr una vivienda aquí en Valencia o en la provincia es imposible por los precios"
"Seguimos trabajando, lo hacemos con fases, primero el idioma y su entorno y ahora es la búsqueda de empleo y apoyándose para que puedan emanciparse. Cáritas hizo en su día un llamamiento a acoger a las familias, se abrieron las casas en las parroquias para los refugiados y disponibles siempre como hace la Iglesia y a día de hoy sigue atendiendo a 18 familias a lo largo de toda la diócesis"
Todos los programas de caritas siguen en marcha, una especial vivienda, siempre ocupadas, se van unas familias y entran otras. Es una necesidad, la vivienda es uno de los grandes factores de inclusión y que tienen más dificultad de acceso para la población vulnerable.
El trabajo de Cáritas es acompañar a estas familias en situación de vulnerabilidad, realizando una intervención integral con todos sus miembros en el contexto del hogar, apoyándolos con la cesión de una vivienda como entorno seguro y acompañando procesos, tanto individuales como familiares desde las potencialidades de cada individuo, para que adquieran herramientas personales y familiares y puedan mejorar las capacidades que les permitan acceder a nuevas oportunidades, mejorar sus condiciones de vida y su inserción sociolaboral.
Esta labor se realiza conjuntamente con los equipos de las Cáritas parroquiales en sus actividades relacionadas con la vivienda, acompañándolas en el proceso, tanto administrativo como social, y se actúa en dos niveles: con las viviendas adscritas al Programa de Intervención Familiar, que han sido entregadas en herencia a la institución o cedidas gratuitamente y de forma temporal por particulares, el Arzobispado de Valencia y órdenes religiosas y en segundo lugar las viviendas que algunas Cáritas parroquiales gestionan directamente y que ceden o donan a familias que acompañan en su territorio.
En el periodo en el que la familia permanece en la vivienda, se lleva a cabo un plan de intervención familiar en el que se abordan diversos objetivos con las personas participantes con el fin de mejorar sus condiciones de vida para que puedan acceder a un alquiler normalizado, vivir de una forma autónoma e independiente. La mayor parte de las familias a las que acompañamos están formadas por personas extranjeras, sin permiso de trabajo, solicitantes de asilo o familias monoparentales con varios hijos a cargo.
Irina es una de esas familias. Vive en Valencia desde hace un año junto a su marido y sus hijos de 14, 9 y 7 años. Asegura que en su mente sigue estando presente volver a su país, pero no ahora mismo. Gracias a Cáritas, sus hijos estudian y son felices y ellos han encontrado trabajo, lo que les permite salir adelante. En Ucrania "tenemos nuestra casa, pero nada más"