INCENDIO CAMPANAR

Así está el edificio de Campanar de València, 3 meses después del incendio: "Todo perdido"

Tres meses después del incendio, el objetivo de los vecinos del edificio pasa por la reconstrucción y que puedan volver a vivir en sus casas

Isabel Moreno

Valencia - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Se cumplen 3 meses del devastador incendio que arrasó dos bloques de viviendas en el valenciano barrio de Campanar. Una catástrofe sin precedentes en Valencia que acabó con la vida de diez personas y dejó sin hogar a 138 familias.

Unas 400 personas, entre propietarias e inquilinas, se quedaron sin casa y sin absolutamente nada, incluida la documentación legal.

El incendio empezó poco después de las cinco y media de una tarde por un fallo en el relé de la nevera del apartamento 86, en la octava planta del bloque de catorce alturas. El viento jugó una mala pasada en la propagación, ya que Valencia contaba esa tarde con rachas de viento de poniente de hasta 60 kilómetros por hora. Rápidamente, se propagó al bloque anexo de diez alturas. En cuarenta y cinco minutos se consumieron los dos bloques con sus 138 viviendas.

El viento no ayudó, pero la diana está puesta en el poliuretano, en el material empleado en la fachada ventilada. Construido en la época del boom inmobiliario. El objetivo de los vecinos del edificio: la reconstrucción. Que puedan volver a vivir en sus casas.

3 meses después del incendio de Campanar

Personas anónimas hasta ese día que se convirtieron en héroes, hubo muchos, Amalia Correchero es una de ellas. Vio desde el primer momento cómo se incendiaba el edificio desde su academia, Valientes, el nombre ya lo dice todo. “Cada vez que pasas por el edificio se me pone la piel de gallina y más cuando veo a toda la gente que todavía siguen viniendo a darnos las gracias desde aquel día, lo tenemos muy presente cada día, cada hora, cada minuto y esperamos que pronto se haga lo que se tenga que hacer”.

“Cada vez que pasas por el edificio se me pone la piel de gallina y más cuando veo a toda la gente que todavía siguen viniendo a darnos las gracias desde aquel día, lo tenemos muy presente cada día, cada hora, cada minuto y esperamos que pronto se haga lo que se tenga que hacer”.

Amalia, no vivía ya en el edificio calcinado, pero sí que había sido inquilina con anterioridad y reconoce que “es una tragedia que no le deseas vivir a nadie”, lo más curioso es que tenía pensado volver a ser arrendataria en el próximo mes. El incendio acabó con ese proyecto de volver al que consideraba su edificio, pero, no ha debilitado ni muchos menos la relación entre el vecindario, todo lo contrario, “al final son tus vecinos, son tus conocidos, es gente a la que quieres a la que aprecias, que vienen a Valientes a vernos todavía”, reconoce Amalia y recuerda cómo comentan las anécdotas de cuando todos vivían en el edificio.

La relación tan estrecha de Amalia con algunos de los propietarios o inquilinos de las viviendas hizo que fuera ella quien diese la noticia al encontrarse su negocio justo al lado. “Les dije que no corrieran, que su casa ya se había quemado, no corráis, quiero daros un abrazo, quiero que lleguéis bien, por favor lo habéis perdido todo ya; ya solamente queda el abrazo que nos podamos dar”.

Su corazón y su mente se disociaron esa fatídica tarde y Amalia rápidamente pensó que quién mejor que una cara conocida para coordinarlo todo y hacer de enlace, “cuando empezó a llegar toda la gente, nadie mejor que personas a las que ya conoces, ya estás familiarizada para ello”.

Los vecinos encontraron una segunda oportunidad en Safranar

El gobierno municipal puso a disposición de las personas afectadas que así lo solicitaron, el edificio de viviendas de nueva construcción ubicado en la calle de Cristina Piris López-Dóriga, en Safranar. Se trata de un edificio de propiedad municipal y a estrenar, con 131 viviendas de 2 y 3 dormitorios, con 84 plazas de garaje y 131 plazas para bicicletas.

En total, se alojó en este inmueble a 229 de las personas afectadas por el incendio (187 adultos y 42 menores). En estos 3 meses, varias familias han dejado el edificio al haber encontrado otras alternativas.