LEY DE VULNERABILIDAD

Inquiokupación: qué es, cómo evitarla y todo lo que debes saber antes de alquilar tu piso

Un fiscal revela en COPE el problema que supone la inquiokupación en España y cómo ciertos "sectores se están aprovechando de la ley de vulnerabilidad"

Ainhoa Clavel

Valencia - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

El problema en España de la vivienda y el alquiler es cada vez más preocupante. No solo por la falta de acceso de muchas personas, también existe otro problema asociado que sufren algunos propietarios.

Los inquiokupas. Este es un término que se ha extendido en los últimos años. Es un tipo de okupación que se da cuando un inquilino deja de pagar las cuotas de alquiler y se convierte en okupa. Antonio Gastaldi fiscal de la Fiscalía Provincial de Valencia y profesor de la Universidad Católica destaca en COPE Valencia que “la actual legislación, que se motiva del año después del COVID con los Reales Decretos de Suspensión de Lanzamientos que se hicieron para proteger aquellos inquilinos que estaban en situación de vulnerabilidad han sido prorrogados sucesivamente por el gobierno”.

El problema, según el fiscal, es que las personas a quienes estaba destinada esta ley, “realmente lo usan poco” y son otras personas las que “realmente se están aprovechando de esta circunstancia para mantenerse en pisos después de terminar su contrato”.

Abuso de la vulnerabilidad

Gastaldi argumenta en los micrófonos de COPE que ciertas personas abusan “alegando vulnerabilidad, que a lo mejor o no tienen o se han colocado voluntariamente en ella y eso produce la suspensión de lanzamiento”. El problema a día de hoy es que “tenemos la idea de que el más débil, a veces, es el inquilino” y con esta situación actual, a día de hoy el más débil “se ha convertido en la persona que respeta el derecho y la más desprotegida”.

Este problema está dando en España “situaciones paradójicas donde el propietario se ve privado de su vivienda y le cuesta mucho tiempo y dinero recuperarla”.

Diferencias entre okupa e inquiokupa

Como fiscal, Gastaldi diferencia entre ambos términos; “los okupas, que es gente que ocupa una vivienda sin título, ni derecho, ni contrato previo, es más fácil de remover que los llamados inquiokupas que se quedan después de terminar el contrato”.

En el caso de la okupación estaríamos ante un delito de ocupación ilegal y en el otro caso, “es el inquilino que deja de pagar y decide quedarse por la cara, porque no tiene dinero o porque se quiere quedar allí”.

El supuesto más problemático para el propietario, según Gastaldi, es aquel en el cual el arrendatario prolonga su estancia, terminado el contrato y deja de pagar, “ahí ya tenemos un problema porque no hay un delito, si no es una cuestión civil, hay que ir a un desahucio y los trámites son mucho más lentos y más beneficiosos para el que se queda ocupando el piso”.

¿Por qué tenemos la sensación de protección hacia los okupas?

En los últimos años, la sensación de protección hacia la okupación se ha hecho patente en España, el fiscal y profesor, aclara en COPE que esa sensación “corresponde a la realidad” y además desvele un problema asociado a esta sensación de inseguridad y es que “los propietarios, que en su mayoría no son grandes tenedores tienen miedo a celebrar un contrato de arrendamiento que luego no van a poder resolver por impago y les va a costar mucho tiempo y mucho dinero”.

“La ley ha generado un problema, ya que, desde mi punto de vista, se ha aprovechado de ella determinado sector para estirar los beneficios y conseguir ahogar al propietario”.

Qué hacer si tenemos un inquiokupa

Tal y como narra Gastaldi es muy importante actuar con rapidez, “hay que ponerse en manos de un abogado porque estamos hablando ya de un desahucio civil y apretar lo que se pueda para conseguir el desalojo más rápido. El problema es que “en cuanto se alega la vulnerabilidad el día del lanzamiento, el lanzamiento se suspende y aquello se ha acabado y otra vez empezamos”.

Nunca la justicia por nuestra cuenta A raíz del problema de la okupación son muchas las empresas que se están creando para desocupar los pisos, a este respecto, Gastaldi asegura que “al final el propietario puede acabar siendo el culpable de un allanamiento de morada porque realmente la otra persona está viviendo allí, no se puede no tomar la justicia por su mano”.

Hay ya toda una mafia alrededor de la okupación. “Estas mafias, incluso, llegan a facilitar personas que tienen condición de vulnerabilidad que van de un piso a otro y que se colocan allí en el momento de lanzamiento para evitar ser lanzados”.

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