Un mes después del trágico incendio del barrio valenciano de Campanar: claves, consecuencias y un milagro

Se cumple un mes del arrasador incendio que devastó dos bloques de viviendas en el valenciano barrio de Campanar. Una catástrofe sin precedentes en Valencia que acabó con la vida de diez personas y dejó sin hogar a 138 familias.

Treinta días después todavía hay una compleja investigación judicial y pericial para ayudar a los damnificados, que buscan cómo reclamar sus derechos.

Aquel 22 de febrero, diez personas fallecieron y quince resultaron heridas, varias de ellas bomberos. Unas 400 personas, entre propietarias e inquilinas, se quedaron sin casa y sin absolutamente nada, incluida la documentación legal.

Lo hemos perdido todo

Alexandra, inquilina, quería subir a por sus cosas y a por su mascota, pero los bomberos ya no le dejaron subir. “Todavía salieron personas con sus perros y yo pensé en la mía, pero no es culpa de los bomberos, es muy difícil. Era muy difícil porque es culpa del edificio".

Además, Alexandra pudo acudir días después junto a los bomberos para ver si podían recuperar algo, pero desgraciadamente, “no hay nada, ni el cuerpo de nuestra perrita, ni hay nada. Somos bielorrusos y hemos perdido todos los documentos y ahora también tenemos muchos problemas con documentos”.

Claves de la propagación del incendio

El incendio empezó poco después de las cinco y media de una tarde por un fallo en el relé de la nevera del apartamento 86, en la octava planta del bloque de catorce alturas. El viento jugó una mala pasada en la propagación, ya que Valencia contaba esa tarde con rachas de viento de poniente de hasta 60 kilómetros por hora. Rápidamente, se propagó al bloque anexo de diez alturas. En cuarenta y cinco minutos se consumieron los dos bloques con sus 138 viviendas.

El viento no ayudó, pero la diana está puesta en el poliuretano, en el material empleado en la fachada ventilada. Construido en la época del boom inmobiliario, se publicitaba hace diecisiete años como un edificio "vanguardista" con materiales de la "máxima calidad", pudo influir también en la rápida propagación de las llamas.

El ingeniero Jose Granero reconoce que materiales como el poliuretano es un material bueno como aislante del calor y que genera buena ventilación, pero que actúa como altamente inflamante cuando se produce este tipo de sucesos.

"En esa época no había restricciones en los productos de las fachadas ni de los muebles de las terrazas; se han ido regulando con el tiempo", ha recordado el presidente del colegio de arquitectos de Valencia (COAV), Luis Sendra, y ha señalado que en el caso de las normas contra incendios ahora vigentes, la normativa se consolidó en 2011.

Un héroe en Campanar y un milagro

Julián García es el nombre que muchos de los vecinos no olvidarán jamás. Él, el conserje, fue quien fue puerta por puerta avisando de la emergencia. COPE pudo hablar el día posterior a la tragedia con él. “El fuego abrazó todo el edificio muy rápidamente y había mucho humo. Fue algo muy rápido y el fuego corrió mucho, mucho corrió”, narraba con Pilar Cisneros.

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Otro de los milagros que se vivió en Campanar esa fatídica tarde fue el rescate de una pareja por parte de los bomberos desde su terraza, cercados por las llamas, en una operación muy arriesgada que acabó con éxito y entre los aplausos de la gente.

Fachadas de Valencia a examen

Desde el 22 de febrero, varias comunidades de propietarios y entidades profesionales han pedido revisar algunos edificios con características similares al de Campanar. Entre ellos, la Torre de Francia, cuyo arquitecto Julio Gómez-Perretta, explicaba en COPE que ya trabaja con los propietarios para cambiar la fachada, van a implantar un novedoso sistema de placas de aluminio sin polietileno y además son ignífugas.

Dentro de esos protocolos, el arquitecto pone el ejemplo de las puertas antiincendios de las escaleras, “no hay que dejarlas abiertas porque si entra el humo en las escaleras los bomberos no pueden subir”.

El milagro de Coco, diez días después

Los Bomberos municipales de València y la Policía Local no daban crédito cuando encontraron a Coco, un gato, en el edificio de Campanar casi diez días después del trágico incendio en el que fallecieron diez personas. Según han publicado la Policía Local y los Bomberos en la red social X, el animal se había refugiado en la planta 11 del edificio siniestrado, dos más arriba de la vivienda donde residía su propietaria, y ha sido hallado por los agentes que realizaban labores de recuperación de enseres y documentación.

El animal se encontraba en la hornacina de la columna seca, según han explicado los bomberos, quienes han descrito también la emoción de su dueña al ver a su mascota más de una semana después. Nadie allí presente podía contener la emoción.