VALENCIA BASKET

La zona de UCAM pone a un Valencia Basket sin ambición a los pies del precipicio

Un horrible inicio de los valencianos, sin energía, les llevó a estar 21 puntos abajo. Sin defensa ni claridad, el miércoles en Murcia se juegan forzar el desempate

La zona de UCAM pone a un Valencia Basket sin ambición a los pies del precipicio

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El Valencia Basket tenía la oportunidad de corregir el borrón de Andorra, por no decir casi la obligación. Además, con la supuesta motivación de abrir una serie de playoff en el que el cuadro es, aparentemente, ideal para soñar. Pero para soñar hay que querer y este vestuario lleva todo el curso jugando a tirones, con y sin Euroliga. Son unos hábitos que no se han conseguido cambiar ni con la llegada de Xavi Albert. Se es capaz de frenar al Real Madrid, de ir 41 abajo ante Andorra y dejar a un UCAM mermado dominar en la Fonteta con suficiencia.

Sin Birgander ni Todorovic, que suman 20 puntos y 11 rebotes de media entre ambos, Sito Alonso ni siquiera hizo debutar a su fichaje de última hora, Yannis Morin. Puso durante casi diecisete minutos a un chico de 19 años, con tres partidos en la ACB, y sin nombre en su camiseta. Sólo el dorsal 15. Fabián Flores dará que hablar en el futuro, pero aún está tierno. Aún así tuvo el mejor más/menos del partido y puso en evidencia al proyecto local.

A pesar del mate inicial de Ojeleye, sin tensión alguna, pronto los locales se vieron 2-12 abajo en el marcador. Sleva anotó diez de sus estelares 23 puntos en el primer cuarto. Los taronja no estaban y Albert dio entrada a Anderson y a Puerto para darle algo de mordiente atrás al equipo, pero enseguida perdía rigor el equipo. La esperada zona 2-3 visitante iba intalándose en la cabeza de los taronja y los porcentajes, más por falta de paciencia que de puntería, eran bajos (5/16 en tiros de campo, un 31%), para cerrar 13-21 los primeros diez minutos.

Los siguientes diez aún fueron peores. Radebaugh salió del banquillo con fuego en las manos. Metió trece de sus 24 en este cuarto. Una barbaridad. Su tercer triple puso un alarmante 19-40. Los mejores minutos de Semi en ataque y un poco de defensa redujeron a diez la desventaja. 38-48, asequible y a la vez peligroso.

La Fonteta esperaba de su equipo un arreón para iniciar el tercer cuarto, pero se quedó con las ganas. Porque cuando había defensa, no se decidía bien en ataque. Muchas veces los interiores se quedaron sólos para tirar y cayeron en la trampa. Quizás la apuesta de Ojeleye al cuatro o incluso al cinco podría haber mejorado las opciones. Además en tiros libres, cuando hubo situaciones para acercarse de verdad, se falló más de la cuenta (10/17 hasta este momento, 57-65 (minuto 30).

Sólo hubo un momento en el que dio la sensación de poder ganar Valencia Basket. Una trifulca entre Kurucs y Jovic conectó al equipo con los cinco sentidos. El serbio con varias acciones puso un ajustado 72-75, pero el letón respondió con grandeza, dos triples tremendos y adiós. 72-81. El final fue un frustrante paso del tiempo, con Radebaugh dejando claro que en un juego organizado es bastante mejor de lo que demostró en Valencia.

El miércoles es un ser o no ser. O ganas o se acaba la temporada. Esas situaciones límite y sin excusas en las que esperemos que salga una versión competitiva del Valencia Basket. En el Palacio de los Deportes de Murcia los valencianos són uno de los dos únicos equipos de 25 que han ganado allí. ¿Habrá hambre? ¿Ambición? Lo sabremos.