ZONA CERO: UN MES DESPUÉS
Aldaia: "Han tenido miedo y ahora los más pequeños son los que más deben disfrutar de la vuelta al fútbol"
La UD Aldaia, gracias a la ayuda de sus vecino Alacuás y Barrio del Cristo, han conseguido reanudar la actividad de sus 44 equipos, reubicándolos y reorganizando sus horarios. Sus instalaciones están destrozadas
Valencia - Publicado el
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Aldaia. La primera rotonda que te encuentras ejemplifica lo que el fatídico 29 de octubre sacudió esta localidad de l’Horta Sud… fango, coches empotrados por la fuerza del agua, coches que un mes después siguen abandonados por todas partes, como el dolor, como el barro, como la desesperación de ver que la vuelta a las rutinas, porque la normalidad nunca ya será normal, va lenta, muy lenta. También en el deporte, porque la mayoría de instalaciones deportivas fueron arrasadas y miles de niñas y niños, de deportistas, han tenido q parar o buscar alternativas. Es lo que ha conseguido la UD Aldaia, con sus 44 equipos.
Analizar la situación, crítica, con las instalaciones, como el mítico Jaume Ortí, arrasadas, inservibles. Pedir ayuda, recibirla generosamente, algo que nunca se olvidará, porque Alacuás, vecina y rival, es de los que ha dejado todo a un lado, para que sus vecinos puedan disfrutar del fútbol. El Terç, o el Barrio del Cristo, sean casa para los equipos de la UD Aldaia.
COPE ha quedado con tres representantes del club aldaiero en el Jaume Ortí, o lo que queda de él. Su director general, Ximo Villegas, y dos juveniles, Pau Folgado e Iván Valencia. Los tres no olvidarán nunca lo vivido. “La primera vez fue impactante, a mí me ha costado volver aquí, ver cómo está… Pasado el tiempo, con las pérdidas personales siempre por delante, te das cuenta de lo necesario que es este espacio y que habrá que darle prioridad para que vuelva a jugarse pronto aquí”, aclaró el director general, satisfecho con la capacidad de reacción y, en especial, con la ayuda de los vecinos.
Pau Folgado lleva jugando en este campo desde que era querubín. En su último año de juvenil, universitario, ha echado mucho de menos el balón. “Hemos vivido momentos muy emotivos, de reencuentros, de gente que ha perdido cosas importantes. En las primeras semanas estábamos con mucha incertidumbre y muchas ganas de fútbol, de hecho, en el chat de equipo, en el que no están los entrenadores, nos alegramos mucho cuando nos dijeron que podíamos volver a entrenar. Quiero agradecerle a Alacuás y al Barrio que nos hayan cedido sus instalaciones para que podamos jugar allí”, explicó Pau, hijo de nuestro colaborador Salva Folgado, de A Punt.
Iván Valencia mira con nostalgia las porterías donde ejerce su pasión cancerbero. “Lo que no sé es cómo aún están ahí, como han aguantado. Ojalá pronto podamos volver a jugar aquí. Para todos ha sido muy potente todo, pero yo veo a los más pequeños… es difícil que lo entiendan. Yo tengo vecinos pequeños y tenían miedo de salir a la calle porque no sabían si iba a volver a pasar…me alegro en especial por los más pequeños, que les cuesta entender todo y así pueden venir aquí y disfrutar, celebrar goles”, contó emocionado Iván.
Aldaia avanza, se adapta, pero hace falta mucha ayuda, muchísima. Y no mañana, hoy, porque mañana es tarde. Al menos, con el Jaume Ortí destrozado, Alacuás y el Barrio del Cristo han demostrado su buen corazón para que las niñas y niños de Aldaia emulen a Juan Sánchez o a César Tárrega, y canten goles, para por un rato, olvidarse del polvo, del lodo, de lo perdido.