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Christian Tárraga, maratoniano rescatado en helicóptero durante la DANA: "Este será el maratón de las emociones"

Este atleta popular de Benicull del Xúquer correrá el maratón de Valencia después de ver como el agua arrasaba su casa y le tocaba pasar una noche angustiosa hasta la llegada de los servicios de salvamento

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el

7 min lectura

      
      
             
      

Cuando Christian Tárraga volvió de trabajar aquel martes 29 de octubre y se calzó sus zapatillas para cumplir con su entrenamiento de preparación para el Maratón de Valencia, nunca pensó que le esperaban las peores horas de su vida. La Acequia del Rey está pegada a su casa, en Benicull del Xúquer, donde vivía con sus padres. Cuando se hizo la noche el agua llegaba casi a los dos metros y tuvo que subir a sus padres al primer piso. El resto fue una odisea que le sirve de motivación para la prueba valenciana.

¿Vive con sus padres?

Sí, en una casa en el campo, y fue todo muy rápido. Un desastre. Caótico aquel día, bueno desde entonces…

¿Cómo recuerda aquel día?

Iba en turno de trabajo de 6 de la mañana a 2 de la tarde. Me levanto a las 4 para ir a trabajar. Llego a casa, como algo y, sobre las 5, a entrenar. Antes llovía, pero nada… sobre las cinco, descanso un poco y a entrenar. Decían que venía agua, que venía agua. Nosotros tenemos cerca y cuando fui iba vacío. Al poco rato estaba lleno completamente y, a las 9 de la noche, me llegaba por las rodillas. A las 11 de la noche era metro ochenta de altura y claro veías cómo estaban las cosas…

¿Cómo acabó llamando a emergencias?

      
             
      

Cuando fui por la tarde, lo ves lleno y pensé que se quedaría por el campo… al rato cuando ves el agua por los pies, ya te preocupa y cuando el agua está por las rodillas… subimos a la primera planta con las cosas básicas, sin animales. A las once de la noche, llamé a emergencias y me dijeron que hasta la mañana no podrían ir porque los helicópteros de noche no vuelan.

¿Cómo fue la noche con sus padres, mayores, esperando al rescate? ¿Sería muy angustioso?

Mis padres tienen 75 años y no habían visto desde Tous nada igual. Era algo anormal. Nos informaron que teníamos que esperar al amanecer. Les comenté que tenemos una autopista a unos cincuenta metros de casa, pero me dijeron que por la corriente del alguna las lanchas se las llevaba la fuerza del agua. Pasamos la noche atentos, sin dormir, hasta que se hizo de día. Pensando aquí no nos van a sacar. Me puse las alarmas en el móvil cada diez o quince minutos, sin dormir por si me despistaba y se me pasaba la llegada del helicóptero. Sin luz ni agua. Mirabas el reloj y creías que habían pasado un par de horas… y nada, diez minutos. Se hizo muy largo. Yo con un palo, junto a la escalera, iba, cada quince minutos, midiendo el agua en un escalón y subía y subía… hasta anegar la planta baja y llegar a la primera… casi dos metros y ochenta centímetros.

      
             
      

¿En algún momento pensó qué hacer con tus padres si seguía empeorando la situación?

Claro, pensé muchas cosas. Hubo un momento en que pensé salir nadando hasta un sitio donde no cubra tanto y cojo algo y me vengo a por ellos… hubo momentos en que me dije de aquí no salimos, lo vi oscuro, oscuro.

¿Qué le impulsó a quedarse y no irse de la casa?

      

Es una zona de un arrollo (Acequia del Rey) en el que alguna vez había llegado agua hasta como mucho la rodilla. Pero aquí empezó a subir y a subir… algo que nos dio tranquilidad es que hay una autopista cerca y había muchos coches de la guardia civil, que sabían que estábamos allí. Nos hacían señales.

¿Cómo y cuándo llega el helicóptero?

En cuanto se hizo de día, llegó, de hecho llegaron varios. Una vecina mía embrazada y un primo mío, salieron los dos en helicópteros. Hubo varios rescates en helicópteros porque los veías rodar por las casas y sacar a gente.

Cuando escuchó el helicóptero sería un alivio…

Total, total. Cuando se hizo de día, parecía que todo se calmaba, ya no llovía pero los dos metros de agua estaban ahí. Y cuando oí al helicóptero ya me quedé tranquilo. Cuando nos dijeron que nos sacaban… sacaron a mis padres de la azotea y luego yo.

¿Cómo fue el rescate? ¿Dura mucho?

Nosotros tenemos la planta baja, el primer piso y la azotea. Primero baja un hombre y te explica cómo van a hacerlo. Era un hombre de Murcia, un bombero. Te tranquilizan un poco. Mi madre de 75 años nunca había subido ni en avión ni helicóptero ni nada. Pero el rescate son segundos. Te ponen arnés y subes con el rescatador. Son unos segundos

¿Cómo fueron los días posteriores?

Nosotros por suerte tenemos una casa en la que quedarnos en Alzira, pero nuestra casa está destrozada. Es como cuando en la tele ves una guerra… aquello está destrozado, lleno de barro… yo pude sacar a mis dos perros, tengo un montón de gatos… otros muchos animales que tengo se quedaron allí y es muy duro.

¿Benicull está muy lastimado?

En Benicull, lo que es el pueblo, está en alto y no entra el agua, pero lo de alrededor es imposible vivir. Está todo destrozado, lleno de barro. Para volver a vivir allí hacen falta meses.

Benicull es una población cercana a Alzira. ¿Lo que se desbordó fue la Acequia del Rey?

Sí, pero yo pienso que no fue solo eso. Pienso que no es un problema de la Acequia del Rey, con la velocidad que vino el agua y sin llover, es porque soltaron algo.

¿Pudo rescatar alguna zapatilla?

Pude rescatar unas que me acababa de comprar. Para los corredores populares, las zapatillas son caras y me volaron todos los pares. Esas que salvé son para competir pero no valen para todo.

Con tanto trastorno, ¿ha podido entrenar?

Yo hasta el sábado después de la tragedia no pude salir a entrenar, tampoco el domingo porque llovió mucho… después, a acoplarme y a hacer mucho kilómetro. He acumulado cerca de 125 a la semana, entrenar seis de siete días. O si llovía ir a un gimnasio a correr en cinta. Estos días en Alzira he podido entrenar. Quiero correr, hay que correr ese maratón, no hay que parar, la vida sigue.

Cada corredor tiene una historia detrás y cuando cruza la meta suele emocionarse mucho . ¿En qué cree que pensará usted cuando entre en meta?

Buf. Me van a venir muchas cosas a la cabeza, va a ser el maratón de las emociones, me va a venir todo. Lo de menos va a ser físicamente. En un maratón entras en tu mundo, en una burbuja, piensas en tus cosas, pero estás semanas solo piensas en lo que ha pasado. Yo lo he perdido todo, cada, coche, que lo había comprado hace dos meses y medio… pero hay gente que no lo puede contar.

¿Tendrá a alguien esperándole en la meta, a sus padres?

Mi madre sufre mucho y no creo. Las cosas de las madres. Pero alguien vendrá seguro.

¿Qué marca tenía pensado hacer en la prueba de Valencia?

Mi mejor marca es 2:51 horas. Mi objetivo era 2:45 o 2:48 antes de que pasara todo. He perdido días de entrenes y le das vueltas, pero voy a correr si presión, a disfrutarlo, dejándomelo todo como siempre, eso sí. Además tengo un entrenador, Jose Antonio Redolat, que es el mejor, olímpico, un campeón y la confianza que te da es máxima. Si no sale la marca, maratones hay más, que lo disfrute, eso me dice.

Como con otros deportes, el fútbol o el baloncesto, se ha hablado mucho de si debería celebrarse el maratón. ¿Conce a muchos corredores que no vayan a correr?

Conozco a muchos que han desconectado, que lo han perdido todo, porque la zona ha sido un desastre, y lo han dicho en grupos en los que estoy, que le han dicho a sus entrenadores que no les pase entrenamientos. Yo también estuve a punto de dejarlo, como me conecto otra vez. pero al final he decidido correr, aunque no salga la marca, por lo menos correr hasta por los que no van a hacerlo.

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