ENTREVISTA COPE

Tino Costa: "El Valencia volverá, volverá a la Champions, con tanta gente detrás, seguro"

El mediocentro, que jugó tres temporadas en Mestalla, se retiró este verano y reside en Valencia. El argentino analiza en COPE su pasado valencianista, su dura infancia y los primeros pasos de su hijo mayor en la Academia de Paterna. 

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Tino Costa: "El Valencia volverá, volverá a la Champions, con tanta gente detrás, seguro"

Fermín Rodríguez

Valencia - Publicado el - Actualizado

8 min lectura

Hemos escuchado la narración en Tiempo de Juego de algunos de los 16 goles que marcó en sus tres temporadas en el Valencia CF. ¿Los recuerda?

Sí, los recuerdo. Además tuve la suerte de que fueron lindos, importantes, algunos en Champions. Así que sí, son recuerdos que tengo. 

¿Cuándo percibe señales de que se acaba la etapa de jugador?

Yo siempre dije que sería el fútbol me daría señales, y más que el fútbol es el cuerpo el que da señales. Cada vez costaba más volver después de una lesión, la gente te decía que por qué no estabas y cuando venían partidos importantes, te señalan. A mí me costó mucho siempre estar fuera y eso fue lo que más empujó. Los problemas en el gemelo o soleo, lo que más sufrí en el último año. Por eso enseguida supe que en Francia iba a ser mi última temporada de profesional.

Le hacen un homenaje en el Pau francés muy bonito. ¿Se sufre o se disfruta ese día?

Siempre es difícil dejar el fútbol, aunque te vayas preparando. Lo disfruté porque estuvo mi familia, mi hijo Julian me pudo ver jugar, el otro no, pero no es sencillo llenar ese vacío que queda después.

Se ha establecido con su familia en Valencia. ¿Por qué?

Pasé tres años aquí, volví en vacaciones porque hicimos amigos fuera del fútbol, eso nos permitió integrarnos más en la comunidad, a la ciudad, y elegimos Valencia porque se vive muy bien. Aquí la gente nos dio cariño, tengo cercanía con Francia, Argentina me pilla lejos, pero aquí empezamos una vida nueva, no como jugador de fútbol, pero estamos muy cómodos y muy bien. 

Hablemos de su infancia, de sus orígenes. ¿Cuál fue su trayectoria antes de llegar al fútbol profesional, porque su infancia fue muy humilde, en las Flores?

Las Flores es una ciudad pequeña a hora y media de Buenos Aires, de 20 mil habitantes, con la mayoría trabajando en el campo, en una familia muy, muy humilde... vivíamos mis padres y mis tres hermanos en una sola habitación. Una cama para mis padres, la otra para tres hermanos, porque el mayor se fue a vivir con mi abuela. ¿Mi inicio en el fútbol? En un club de las Flores, compitiendo entre los equipos de la ciudad. Alguno de los grandes, Boca o River, vinieron a verme, pero era muy difícil eso de ir una hora y media todos los días a la capital. Creo que fue mejor quedarme en casa. Rubén Muñoz, actualmente médico en Barcelona, a los 14 años, me dice de irme a Francia. Era a Guadalupe, colonia francesa, y allí me voy.

Antes, cuéntenos cómo era eso de ir a Torneos con su equipo de las Flores...

Alguna vez, cuando fuimos a un torneo, mi padre tenía dinero para el billete de ida, pero no para el de vuelta. Para los dos viajes no teníamos dinero. Volvíamos haciendo dedo y comíamos lo que podíamos. 

Volvamos a Guadalupe...

Yo no sabía ni dónde estaba. Nunca había ido a Buenos Aires a pasear, ni a un aeropuerto y menos mis padres. Lo difícil fue convencer a mi madre, porque mi padre sabía de mi sueño. Mi madre, que un chaval de quince años se fuera del país, a una isla... yo escribía cartas que tardaban un mes en llegar, ahora es diferente... Ella siguió dejando un plato de comida en la mesa durante mucho tiempo por si yo volvía, pero ya no volví. 

El paso clave en su carrera es su fichaje por el Racing de París...

Yo ya no esperaba mucho del fútbol, trabajaba en verano en las vacaciones, estaba acabando el colegio, hablaba el francés... yo ya gané en la vida, de donde venía, hablar francés... después de varias pruebas con equipos franceses, ellos me llaman, pero digo que no hago pruebas, que voy si me fichan y lo hacen. 

Su llegada a París fue difícil, ¿no?

En el contrato figuraba un apartamento amueblado, la chica que me entrega las llaves, se va y cuando abro... el piso estaba vacío, en un barrio de perfil bajo... y luego ese instinto de los argentinos de seguir creciendo, yo tenía una estrellita que decía "sigue, que algo bueno te espera".  

Después llega el Montpellier, en segunda, y ascienden a primera en Francia...

Con 21 años, llego y subimos, con gol y asistencia mía. Fue la primera vez que mis padres vinieron a verme desde que había salido de las Flores, cuando debutamos en Primera. Ellos no lo podían creer, desde que me había ido a no poder ir por la calle, porque te reconocen. Ahora que soy padre entiendo lo que sufrieron. Poderles llevar a la tribuna a verme, con mi camiseta, son recuerdos para siempre.

Después del Montpellier, recibe la llamada de un Valencia que juega la Champions...

Cuando llama el Valencia, lo recuerdo después de un partido contra el Toulouse, marqué con la derecha, y me llama Braulio. Las negociaciones se hacen larguísimas, porque ellos no me dejaban irme, nos habíamos clasificado por primera vez para la Europa League. Dos meses duran, porque empiezan con una cifra y acaban pidiendo el triple. Se hizo eterno y yo lo tenía clarísimo y me presenté en Montpellier y dije que me iba, que era mi progresión, jugar Champions y poder jugar con la selección. Tan mal no fue. 

En su presentación le criticaron mucho...

Decían que era mi hermano el que había llegado. Por eso en los primeros meses no hablaba con la prensa, aún no había jugado y yo decía, paren, paren. Las negociaciones se alargaron y, por la ansiedad, me levantaba a comer por las noches, algo que nunca hacñia, era de cuidarme mucho. Pero sí, llegué con algunos quilos de más y tampoco ayudó a la equipación azul en la presentación. 

Aquel Valencia tenía mucha exigencia...

Nos entrenaba Unai Emery, pero aquel Barcelona de Guardiola lo ganó todo. En la tercera temporada no sé si nosotros hicimos casi setenta puntos y ellos casi cien. Nosotros teníamos un gran equipo, pero no era fácil. Pero los recuerdos son únicos.

Unai Emery y Ernesto Valverde. Le entrenaron en el Valencia. ¿Quién le marcó más?

A pesar de los encontronazos, Unai supo sacar lo mejor de mí, en pincharme. Me marcó mucho, quizás también por las competiciones que jugamos. ¿Tensión con Unai? Termino la temporada y en Argentina me llama Unai, para ficharme para el Spartak y yo llego cuando él ya no está. De los dos aprendí mucho. Ernesto, con su forma de presionar arriba, ganamos muchos puntos con esa forma de apretar muy arriba. Cuando llegó, necesitábamos un cambio y se notó su mano. 

Fue dos veces internacional, con Leo Messi. ¿Cómo fue aquello?

Es único, se queda para siempre. Ibas en el avión privado de Messi hacia Arabia Saudita y miraba y estaba Mascherano, Di María, Higuaín, Agüero y yo. Un chico que salió con quince años de casa... Messi muy normal, otro sueño cumplido. Claro que me hubiera gustado jugar más con la Selección, iba gente que jugaba menos que yo en el Valencia como Gago y exploté... hubo mucha polémica. No estar en lista previa, pues bueno... es lo que hay.  

¿Hay algo de su carrera que cambiaría?

No, sinceramente, cada decisión la medité mucho y me fui convencido de cada decisión que tomé. Igual haberme ido tan rápido a la Fiorentina, igual, pero la de irme a Argentina fue por cumplir el sueño de mi padre de vestir la camiseta de San Lorenzo. Irme a Rusia fue por una razón puramente económica, mis hijos tienen un bienestar hoy en día gracias a aquello.

Recibió un homenaje hace unas semanas en Mestalla...

Cuando estás abajo en el césped y sales, sigue siendo impresionante, me entraron muchas de jugar que no veas. La burbuja que se genera, a mí me gustaba mucho jugar aquí. 

De todos los grandes compañeros que tuvo en el Valencia, siempre habló muy bien de David Albelda...

Sí, con todos tengo historias y recuerdos, pero David, cuando me preguntan por un mediocentro, siempre lo remarco por su inteligencia en el juego. Yo llegué cunado se acercaba a su retirada, pero me enseñó mucho, fue con el que siempre quieres jugar atrás. De hecho, el otro día contra el Girona, me faltaba el Albelda que diga, vamos, vamos a por el partido. Hoy en el Valencia hay mucho chaval y hay que apoyarles, porque no es fácil ponerse la camiseta del Valencia, con lo que pesa.

¿Cree que volverá el Valencia a ser lo que fue?

Sí, seguro, creo que sí. El Valencia volverá a estar arriba, a estar en Champions, con esa historia, con tanta gente detrás, no puede no volver a ser como antes. 

Su hijo Julian juega en la Academia del Valencia CF. ¿Qué consejos le da?

No es fácil, se sufre mucho. Creo que al principio tenía una mochila, con presiones. Yo siempre le pregunto primero que qué tal lo pasó. Ha llegado este año y el nivel es muy bueno. Yo voy con el mate y no digo nada, aunque a veces tenga ganas. Quiero que sea feliz.

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