VALENCIA BASKET
Valencia Basket reacciona tarde ante un áspero Reyer y cae en Venecia (81-74)
Los valencianos, incómodos desde el principio por la defensa y el nivel físico de los italianos, llegaron a estar veintidós abajo en el descanso. La mejora defensiva les hizo maquillar el marcador
Valencia - Publicado el - Actualizado
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Segunda derrota del Valencia Basket en la Eurocup, la tercera en los últimos cinco encuentros. Esta con un patrón similar al de la última en Canarias, con un rival que te genera dudas en los cambios defensivos, con un nivel de energía superior. Con el formato actual, los valencianos están empatados a derrotas con el Bahcesehir turco, líder del otro grupo, y hay que tenerlo en cuenta. Aún queda, pero ojo que el margen para tener ventaja de campo hasta el final se ha reducido.
La lucha por el rebote apuntaba en la previa a ser la gran clave. Pero siempre hay más. De salida, Venecia, como ocurrió en la Fonteta, percutió en pintura con Kabengele, un cinco físico, que promedia dobles figuras en puntos y rebote. Eso y algunas pérdidas de más le dio un 19-12 a los siete minutos. La defensa había que endurecerla, sin duda.
Brimah puso un gorro descomunal a Wiltjer y luego llegó un triple de Badio. Este era el camino. Enseguida llegó otro triple de Ojeleye desde la esquina y otra buena defensa para asegurar el rebote propio y el cuarto se cerró con mejores sensaciones. 21-18.
Pero Venecia es más equipo que el que vimos en Valencia, ha recuperado jugadores y eso le dio un brío y un repertorio superior. Simms, Moretti o Parks aportaron puntos que en la Fonteta casi fueron cosa de Kabengele y Wiltjer. Pero era la fuerza y la energía en los duelos, ofensivos y defensivos, donde esa confianza estaba a otro nivel. Y eso fue imponiéndose poco a poco, hasta que en el ecuador del segundo acto explotó.
Los arbitrajes europeos, muy de premiar a quien primero rasca, favorecieron esos contactos y desquiciaron a los valencianos, hasta el punto de costarles dos técnicas. El partido se rompió y había que cambiar mucho, pero que mucho, para volver a él y quitárselo a un convencido Venecia. 52-30. Complicado. Ojo con las pérdidas, 12, un exceso peligroso.
No rendirse. Remar, desde la defensa. Igualar dureza que no era sencillo. Amarrar las pérdidas. Y estar más decidido de cara al aro. López-Arostegui fue el encargado de liderar esa mejora. También un par de triples de Sestina para subir la autoestima. Así, limando la desventaja, con algunas técnicas más en contra, se puso a diez, 73-63, a cinco del final. Pero una personal en el bloqueo de Brimah impidió rebajar esa psicológica barrera y los italianos volvieron a poner distancia, más doce para ellos y menos tiempo. Tyler Ennis, duro como para pegarle un mamporro a Badio en la cara, también dio golpes importantes con sus canastas. 79-67, con cuatro puntos suyos. Poco más de dos minutos.
Badio, que es muy valiente, anotó el 79-71 con la pelota ardiendo, como una patata de mano en mano. Último minuto. Una buena defensa permitió atacar, pero se fallaron dos triples, Badio y Sestina, y con 32 segundos era ya casi imposible. Pero la pizarra permitió que de un saque de fondo, en menos de dos segundos, Costello pusiera el 79-74 desde el arco. Falta sobre Kabengele. No perdonó los dos libres. 81-74 a segundos.
Otra lección para seguir aprendiendo y la sensación de que al equipo le falta algo de frescura. Que las lesiones, en Italia sin Montero, y hasta ahora la de Reuvers, han ido desgastando más de la cuenta las piernas de los jugadores. Pero el equipo compite y pelea. Siempre en pico no se puede estar. Y menos en una competición como esta, con un formato peligroso. Hay que vivir tardes complejas, de sufrir, de ganar sufriendo y de perder peleando. A seguir.