Los siniestros viales inciden en la productividad de las empresas

Los últimos datos reflejan claramente el aumento de la siniestrabilidad de los desplazamientos en misión e itinere de las empresas. Por desgracia la formación en este campo todavía no se ve como necesaria, y en los planes de muchas empresas cualquier formación parece más interesante que esta. En este caso estamos de enhorabuena, pues la empresa Iberostar Hoteles se ha tomado muy en serio este tipo de formación. Los siniestros viales sí que importan a las empresas, e inciden sobre su productividad.

Durante los meses de junio, julio, octubre y noviembre, Iberostar, a través de la empresa de formación Foryd ha organizado en casi todos sus centros unos cursos, en los que parte del personal va a experimentar algunos de los peligros que acechan en la conducción; con la finalidad de que los empleados se conciencen por si se diera el caso de verse ante un siniestro vial.

En el caso de Iberostar se han creado unos pequeños circuitos viales, y también un un simulador de conducción. El personal participante ha podido experimentar de forma consciente, como se alteran sus facultades a causa del alcohol o fatiga.

Para ello se han utilizado las únicas gafas VR que simulan distintos tipos de alcoholemia, el sueño al volante, el consumo de opiáceos, o la fatiga. Con estas gafas, y realizando tareas sencillas, incluso podríamos decir infantiles, han podido comprobar que las capacidades se ven mermadas cuando hemos bebido, o estamos cansados.

Las tareas o ejercicios eran algunos como abrir cerrar candados, atornillar y destornillar tornillos de diferentes formas, coger pelotas de goma lanzadas, o andar con los pies talón-punta en línea recta. Cuando uno ve su incapacidad ante algo tan sencillo, se da cuenta, que cuando esta fatigado o ha bebido, no está en condiciones de conducir ningún tipo de vehículo.

Para Miguel Juanes, Profesor de Formación Vial: "Ha sido muy interesante el uso del simulador con las gafas de simulación de sueño, pues en la vida real el susto nos lo damos al despertarnos de ese micro-sueño y no durante el mismo, mientras que cuando recreamos esa misma situación conduciendo, la persona al verse privada de la vista, y sabiendo que sigue conduciendo si toma conciencia del peligro, hemos tenido incluso algún caso de ansiedad durante formación".

De una forma amena, didáctica, divertida incluso los participantes, recorriendo los distintos circuitos y realizando los ejercicios han podido comprobar sin estar de verdad en esa situación, los verdaderos peligros del “Yo controlo”.

Es una formación totalmente práctica, sin apuntes, ya que es toda de experimentar, y se debe anotar lo visto y sentido en la cabeza y en el corazón, por que no solamente hay que pensar que somos conductores si no que también somos peatones y compartimos el mismo espacio.