Las cinco claves de la reconstrucción del edificio calcinado de Campanar: “La fachada será diferente”

Veintidós de febrero, un jueves marcado en negro en el calendario de todos los españoles. Un edificio en el barrio valenciano de Campanar ardía en tiempo récord arrasando con todo lo que se cruzaba a su paso. Todo quedó reducido a cenizas y a un color negro que, incluso a día de hoy, sigue presente.

El pasado mes de junio, un informe pericial determinó que el edificio se podría rehabilitar y dentro de esa rehabilitación, se da ya el primer paso. Comienza el desescombro de lo que queda del edificio.

Desde primera hora los operarios trabajan señalizando y vallando la zona en la que deben trabajar las máquinas encargadas de las tareas de desescombro. El gigante de hormigón sigue impresionando solo con su contemplación, pero cuáles son las claves de este desescombro para los verdaderos protagonistas, los propietarios.

Las cinco claves del desescombro del edificio de Campanar

Cómo va a ser el proceso

En principio el tiempo estimado para las labores de desescombro es de unos cuatro meses, ya que, según los expertos, hay que retirar miles de toneladas con todo tipo de materiales inservibles destruidos por el fuego como pavimento, carpintería metálica, vidrios, electrodomésticos y muebles calcinados y restos de la temida fachada.

Una vez retirados los escombros se procederá a la limpieza del esqueleto de hormigón que todavía hoy, 193 días después, luce completamente negro e impregnado de hollín.

Será a partir de entonces cuando comience la reconstrucción del complejo. Un proceso final que se estima que pueda durar alrededor de dos años. Lo que significa que los vecinos podrán recuperar sus hogares a finales del año 2026, a principios de 2027.

Un día de esperanza para los vecinos

Los vecinos del edificio calcinado en Valencia se muestran satisfechos porque este inicio del desescombro es un importante paso para recuperar sus viviendas y sobre todo poder recuperar sus vidas. Intentar dar carpetazo a toda la pesadilla que han vivido. 

“Es un gran día y una buena noticia para todos los vecinos, además estamos en negociaciones con las aseguradoras para la financiación de la rehabilitación y pueda así culminarse”, reconocía el portavoz de los propietarios en COPE.

Un recuerdo para los vecinos que ya no están 

Esta es una de las claves más emotivas de este primer paso hacia la rehabilitación; el recuerdo de toda una comunidad a los vecinos que perdieron la vida el pasado mes de febrero. Diez nombres y apellidos que no se olvidan, con lo que la alegría no puede ser completa. 

José Luis Más, vecino, recordaba en el micrófono azul que “los diez vecinos que no lograron salir del edificio siguen muy presentes entre todos, más si cabe en días como hoy, que debía ser una alegría, pero no puede ser completa porque nos faltan ellos”

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MISMO lugar pero un edificio diferente

Pese a la constante de los vecinos que siempre se han mostrado a favor de reconstruir el edificio, explican que quieren que se respete la estructura, pero que haya cambios. Si todo se quedara igual les recordaría demasiado a sus antiguas viviendas, a sus antiguas zonas comunes donde tantos recuerdos atesoraban, pero tanto horror les recuerda. 

Es una reconstrucción delicada por la carga emocional que entraña. El despacho de arquitectos Arqueha -que diseñó la torre Ikon de València, obra póstuma de Ricardo Bofill- lleva trabajando desde julio en el segundo paso: la redacción del proyecto de reconstrucción del edificio, tras recibir el encargo de la comunidad de propietarios con un presupuesto de 1,1 millones de euros y un plazo de siete meses.

La clave MÁS CONTROVERTIDA: la fachada

Es en el caso concreto de la fachada donde los propietarios lo tienen claro. Pese a que no han trascendido muchos detalles del futuro edificio, sí que han confirmado que en ese punto hay unanimidad, dado que fue el elemento protagonista de la inusual propagación de las llamas.

Habrá una votación específica para que sea el conjunto de vecinos en asamblea los decidan qué nueva fachada quieren poner. Verán las recomendaciones de los arquitectos y las tendrán en cuenta, pero serán ellos quienes decidan.

“La fachada será totalmente diferente, eso sí que lo podemos avanzar”, aseguran desde la Asociación de Vecinos Afectados (APROICAM).