El director del Colegio de Massanassa confirma en COPE que técnicos de consellería habían revisado el estado del centro

Un dia despés del trágico accidente laboral que se ha cobrado la vida de un trabajador de TRAGSA mientras limpiaba el recinto escolar, nadie acierta a explicar porqué se encontraba en el centro un domingo cuando una inspección técnica había concluído que las instalaciones no eran seguras y que -seguramente- el centro debía acometer una reconstrucción integral.

Se trata del colegio Luis Vives. Su director es Salvador Crespo, y en COPE confirma que "a los cuatro o cinco días de que sucedió la inundación, se pusieron en contacto conmigo desde la inspección educativa para articular una visita al centro y valorar el su estado. Y así fuimos. Dos inspectores, la secretaria y yo como miembros del equipo directivo, y dos técnicos de la Unidad Técnica de Edificación de la Consejería. Estuvimos visitando el centro y ellos anotaron e hicieron los informes que tuvieron que hacer".

Crespo no tiene noticias de las conclusiones, pero sí advierte que "el centro no se iba a abrir durante todo lo que quedaba de curso escolar". "Sabíamos que todo el curso escolar lo íbamos a testar aquí, en la Facultad Magisterio, porque el centro, bueno, no sé si finalmente los procesos lo tiraran abajo, lo tiran a uno nuevo, no sé qué planes tendrán, si ya los tienen que valorar los técnicos. Y nosotros lo único que sabemos es que durante todo el curso escolar, el 24-25, lo íbamos a acabar aquí".

Nueva tragedia añadida justo en la víspera de que toda la comunidad educativa recuperar cierta normalidad. "Hoy debería ser un día totalmente feliz, ya que reanudamos, por fin, después de un mes desde que pasó el trágico día de la DANA. Reanudábamos las clases y debería ser un día totalmente feliz, pero bueno, después de lo sucedido ayer, pues tenemos un sentimiento un poco agridulce. Hoy nos hemos reunido todas las familias para empezar el traslado de los autobuses con los niños a nuestro nuevo emplazamiento, en la antigua Facultad de Magisterio, y la verdad es que ver sus sonrisas compensa un poco ese sentimiento de pena y desistencia después de lo sucedido ayer".

Respecto a los niños, un total de 475 escolares de entre 6 y 12 años "los veo contentos, pero seguro que por dentro tienen cosas que tenemos que trabajar durante estas primeras semanas, tanto a nivel emocional como a nivel psicológico para ver si debemos articular diferentes medidas para que saquen todo aquello que se les ha quedado dentro después de lo sucedido porque supongo que habrá muchas cosas que deben exteriorizar".

"Ahora mismo estamos articulando una reunión con la unidad de orientación educativa de conducta y convivencia para articular un protocolo de actuación para poder dar respuesta a estas necesidades. Ya los tutores, desde el primer momento, una vez ya se restableció un poquito la cosa e intentaron contactar con todo el alumnado para ver en primer lugar si estaban bien y si habían sufrido pérdidas humanas, de familiares... "

"Ahora viene la segunda fase de recibir al alumnado y ver cómo están anímicamente, cómo se expresan, qué miedos tienen, qué miedos se les han quedado y sobre todo, pues, intentar ayudarlos a la medida del posible".