JMJ LISBOA

Cientos de jóvenes extremeños se dirigen a Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud

Cerca de unas 600 personas viajarán en el marco de las peregrinaciones organizadas a nivel diocesano por Coria-Cáceres, Mérida-Badajoz y Plasencia con los 3 obispos a la cabeza

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

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Cientos de jóvenes de las tres diócesis extremeñas viajan este lunes hacia Lisboa (Portugal) para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), la cual, y con presencia del papa Francisco, es uno de los eventos más importantes de la universalidad de la Iglesia católica.

En concreto, cerca de unas 600 personas viajarán en el marco de las peregrinaciones organizadas a nivel diocesano por Coria-Cáceres, Mérida-Badajoz y Plasencia, con los tres obispos extremeños a la cabeza, a las que se suman unos 250 peregrinos del Camino Neocatecumenal en Extremadura, así como cientos de jóvenes que acuden con los claretianos, salesianos, jesuitas y franciscanos, entre otros.

La mayoría inician su periplo hacia Portugal este lunes, aunque, según ha detallado a EFE el responsable de la Pastoral Juvenil en Mérida-Badajoz, Antonio Jesús Marín, ya hay por el país vecino jóvenes extremeños en los llamados “días en las diócesis”, acogidos en casas.

Antes del encuentro principal con el papa Francisco el primer fin de semana de agosto, ya este lunes más de 37.000 españoles estarán en Estoril para el encuentro organizado por la Conferencia Episcopal Española, y la cifra hispana llegará a 75.000 durante la JMJ, siendo el país más numeroso junto a Italia, según la organización.

“Es un palo de realidad de Iglesia, de catolicidad espectacular, es brutal, los chavales en pocos eventos pueden estar con millón y medio de personas”, ha expuesto Marín.

Y es que la participación no se reduce sólo a países europeos, continente que no acoge un encuentro de este estilo desde 2016, en Polonia, sino que llegarán desde todos los puntos del mundo al país vecino, con Extremadura como lugar de paso.

Más un de millar de jóvenes de Estados Unidos, Italia, Francia, Austria y otras regiones de España serán acogidos en la provincia de Badajoz, en pabellones y casas parroquiales, al igual que de Gabón, Guinea y Brasil, estos últimos ya a la vuelta de la JMJ.

Mientras que en la provincia cacereña el grueso se lo lleva la diócesis de Coria-Cáceres, principalmente las instalaciones del Seminario, aunque también en parroquias, residencias y campamentos, con centenares de peregrinos de distintos países y grupos, como 400 estadounidenses.

Todos ellos participarán en el encuentro con el papa, una oportunidad para “descubrir que no estas solo, que hay muchos como tú” y vivir con fe la universalidad de la Iglesia.

A juicio del responsable pacense de Juventud, hay ganas de vivir este ambiente, algo que llevará a muchos a ir por su cuenta tras haberse cerrado las inscripciones en junio y que supondrá un reto organizativo para una ciudad no tan masiva como Lisboa.

En su caso no será la primera jornada que viva; ya en 1989, cuando estudiaba COU, acudió a Santiago de Compostela con Juan Pablo II, un encuentro que le sirvió para reafirmar su vocación sacerdotal, ha confesado Marín.

“Sin duda serán unos días de testimonio para todo el mundo, de una Iglesia joven universal, una Iglesia que está viva y llena de jóvenes que quieren compartir y vivir su fe abiertamente”, ha expresado por su parte Castillo Abad, delegada de Juventud de Coria-Cáceres.

En su opinión, el objetivo principal de la JMJ es el “encuentro con Cristo”, así como con miles de jóvenes, algo que sirva de “evangelización”. “La JMJ no sólo está abierta a jóvenes creyentes, también a aquellos que están alejados o que en ocasiones se han desencantado de la Iglesia”, ha subrayado.

Coloquios y reflexiones con los obispos, música, conciertos, exposiciones, un vía crucis, la vigilia y la misa con el papa en Campo de Tejo son algunas de las actividades para motivar a los jóvenes a “ser protagonistas en la Iglesia y en la Evangelización”.

“Es hora de levantarse” de ponerse en marcha. Que comprendan que la Iglesia los quiere, cuenta con ellos y los necesita, y que hay un Dios que los ama”, ha expuesto Abad.

Muchos de estos repiten edición tras edición en estas jornadas que cada tres o cuatro años se trasladan del Vaticano a otro punto para que los “jóvenes se acerquen a Cristo y convivan con otros cristianos”, confiesa por su parte Aurora González, responsable del Secretariado de los jóvenes en Plasencia.

Para ella será su tercera JMJ, una “experiencia de fe” que “hasta que no vives no sabes cómo es, por mucho que te la expliquen”, admite.

De esta forma, mientras Lisboa ya espera a cientos de miles de jóvenes, muchos extremeños preparan su maleta hacia una JMJ que concluirá con el anuncio de la futura sede del siguiente encuentro, que podría ser desde Paraguay hasta Corea del Sur. EFE

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