¿Sabes cuánto gasta un cargador enchufado todo el día? La verdad te sorprenderá

Se trata de uno de los mitos más comunes 

Celia Lafuente

Mérida - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Los cargadores de teléfonos móviles son dispositivos que transforman la corriente alterna que llega al enchufe en corriente continua de menor voltaje, permitiendo que se alimente la batería del dispositivo. Sin embargo, uno de los mitos más comunes es que, al mantener un cargador enchufado sin el teléfono conectado, se está generando un alto consumo de electricidad. La realidad es que, aunque existe un consumo, este es prácticamente insignificante.

La pregunta clave es: ¿cuánta energía consume realmente un cargador enchufado sin un teléfono conectado? La respuesta es que el consumo es tan bajo que dispositivos como los enchufes inteligentes, diseñados para medir la cantidad de energía que usan los aparatos electrónicos, ni siquiera lo detectan.

De acuerdo con estudios y mediciones realizadas, el consumo anual de un cargador enchufado y sin utilizar equivale a 0,00002 kWh. Si tomamos en cuenta que, en la actualidad, el precio de la electricidad ronda los 0,20 euros por kWh, el coste anual por mantener un cargador enchufado sin cargar el teléfono es inferior a cinco céntimos de euro.

¿Cuánto consume el cargador del móvil si lo dejo todo el día enchufado?

Este dato desmitifica la creencia de que mantener el cargador enchufado puede suponer un aumento significativo en la factura de la electricidad. 

Aunque es cierto que cualquier aparato conectado a la corriente eléctrica consume energía, en el caso de los cargadores, ese consumo es tan bajo que su impacto es casi inexistente. En otras palabras, no es necesario obsesionarse con desenchufar el cargador para ahorrar en la factura de luz.

No obstante, a pesar de que el impacto económico es despreciable, seguir desenchufando los cargadores cuando no están en uso sigue siendo una buena práctica, no solo para maximizar la eficiencia energética, sino también por motivos de seguridad. Desconectar dispositivos eléctricos que no están en uso puede ayudar a prevenir riesgos eléctricos y, en el caso de tener muchos cargadores conectados, aunque el ahorro sea mínimo, puede contribuir a una reducción general del consumo energético.