Extremadura busca declarar Bien de Interés Cultural al estremeñu y al portugués rayano

Más de 200.000 extremeños mantienen viva esta riqueza linguística

Miriam Bañón

Mérida - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

La Asamblea de Extremadura ha dado un paso histórico para proteger su patrimonio linguístico. Este viernes, la Comisión de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes aprobó una propuesta que busca declarar Bien de Interés Cultural (BIC) al estremeñu y al portugués rayano, dos lenguas vernáculas que, junto a A Fala, forman parte del rico mosaico identitario de la región. Aunque A Fala ya tiene este reconocimiento desde hace 20 años, las otras dos lenguas aún esperaban medidas similares para garantizar su preservación.

La iniciativa, promovida por Unidas por Extremadura y apoyada por la mayoría de los grupos parlamentarios (salvo Vox, que votó en contra), subraya la importancia de proteger estas lenguas minoritarias, que cuentan con reconocimiento internacional por parte del Consejo de Europa, la UNESCO y diversas universidades. Según Daniel Gordo, presidente del Órgano de las Lenguas de Extremadura (OSCEC), este avance es vital porque, como él mismo ha señalado: “La lengua es de todos, la lengua nos beneficia a todos, nos preocupa a todos.”

Actualmente, alrededor de 200.000 personas en Extremadura hablan alguna de estas lenguas, ya sea el estremeñu, con raíces asturleonesas; A Fala, del subgrupo galaico-portugués; o el portugués rayano, presente en la frontera con Portugal. Sin embargo, la situación de estas lenguas es delicada. La diputada de Unidas por Extremadura, Nerea Fernández, alertó sobre el “estado avanzado de diglosia” en el que se encuentran, relegadas muchas veces al ámbito privado o al folclore.

Fernández también destacó el creciente interés de los jóvenes por reivindicar estas lenguas en redes sociales y el trabajo incansable de asociaciones como OSCEC, 'A Nosa Fala' y 'Além Guadiana', que han impulsado iniciativas como un diccionario de equivalencias castellano-estremeñu y campañas divulgativas para fomentar su conocimiento.

La propuesta aprobada incluye fomentar estas lenguas en el currículo escolar, intensificar la investigación académica sobre ellas y lanzar campañas informativas para que más extremeños las valoren como parte esencial de su identidad. El diputado del PSOE, José Ramón Bello, apeló a la emoción al recordar palabras propias del estremeñu como "empelete" (desnudo) o "tiritaina" (inquieto), como símbolos de nuestra esencia.

Aunque Vox rechazó la propuesta calificándola de “innecesaria”, el resto de los grupos defendió que la preservación de estas lenguas no es solo un mandato del Estatuto de Autonomía, sino también una oportunidad para combatir los estigmas asociados al habla extremeña.

      
             
      

La decisión llega en un momento en el que la sociedad extremeña está redescubriendo el valor de sus raíces. Iniciativas como esta no solo celebran la herencia cultural, sino que apuntan a garantizar que estas lenguas sigan vivas para futuras generaciones. Desde las Hurdes hasta la Sierra de Gata, Extremadura demuestra que cuidar su riqueza linguística no es un acto del pasado, sino una apuesta por el futuro.