Patricia Rebollo, la pastora que conecta energías renovables y tradición ganadera desde Ceclavín
La colaboración entre plantas fotovoltaicas y rebaños ovinos impulsa la sostenibilidad ambiental y dinamiza la Extremadura rural
Mérida - Publicado el
2 min lectura
En Ceclavín, un pequeño municipio cacereño, Patricia Rebollo, de 34 años, ha encontrado una forma innovadora de combinar tradición y sostenibilidad. Desde 2022, esta pastora cuida un rebaño de 800 ovejas en la planta fotovoltaica Oriol, marcando un ejemplo de convivencia entre las energías renovables y la ganadería extensiva.
Con estudios en Administración de Empresas, Patricia decidió volver a sus raíces, guiada por el amor al campo y al ganado que había vivido desde pequeña. Hoy, su labor no solo aporta beneficios directos a la planta fotovoltaica, sino también al medio ambiente y a la comunidad rural. “Las ovejas tienen sombra en verano y las hierbas crecen sin necesidad de herbicidas o pesticidas”, explica Rebollo. Su rebaño, además, actúa como una herramienta natural para prevenir incendios al consumir la vegetación que podría alimentar el fuego: “Mis ovejas también son bomberas”, comenta entre risas.
El modelo que impulsa Patricia ha captado la atención de otras mujeres rurales, que ven en su ejemplo una oportunidad para dinamizar sus propias explotaciones ganaderas. Su prima, más joven y con ganado vacuno en Ceclavín, ha comenzado a colaborar en una planta fotovoltaica, y en la instalación FV Villarino, en Salamanca, otra mujer ha seguido sus pasos. “Es emocionante ver cómo este trabajo puede inspirar a otras personas, especialmente a mujeres, a apostar por formas más sostenibles de gestionar el campo”, señala Patricia.
El proyecto tiene también un impacto positivo en la convivencia entre sectores. Patricia destaca la buena relación con los trabajadores de la planta solar, donde se percibe un beneficio mutuo. Mientras sus ovejas cuidan el terreno, la planta fotovoltaica les proporciona un entorno controlado y protegido.
Más allá de lo local, esta experiencia abre la puerta a nuevos modelos de colaboración entre energías renovables y el sector agroganadero. En palabras de Patricia, “es una forma de demostrar que el progreso y las tradiciones no solo pueden convivir, sino que juntos pueden lograr cosas increíbles”.
La labor de Patricia no solo es un ejemplo de sostenibilidad, sino también un símbolo del papel transformador de las mujeres en el medio rural. Desde Ceclavín, su trabajo inspira un cambio que combina innovación, tradición y respeto por el medio ambiente, marcando un camino que muchas comunidades rurales podrían seguir en el futuro.