El drama de Mercedes: sin piso, sin dinero y con okupas en la vivienda

Pagó la entrada de un piso en Palavea (A Coruña) hace quince años. La constructura se esfumó y ahora la SAREB subasta las 55 viviendas de la promoción, que han sido okupadas

Noela Bao

Coruña - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

En varias ocasiones han sido actualidad los problemas que sufren los vecinos de Palavea (A Coruña) por los okupas que han tomado un bloque de viviendas del barrio. El de Mercedes es un nombre propio oculto en esta historia. Esta mujer pagó la entrada de uno de esos pisos en 2006. 15 años después, no tiene ni piso, ni dinero.

Un juzgado de A Coruña ha iniciado la subasta de las 55 viviendas que forman parte de esta promoción, de la inmobiliaria Epamar. Los inmuebles, ahora, son propiedad de la SAREB, después de que la empresa promotora desapareciese y pasasen a Caja Duero. Pese a tener un precontrato de compra, tanto Mercedes que adquirieron los pisos en su momento no tienen ningún derecho sobre ellos.

SOLO FALTABA LA COCINA

Ella recuerda que, cuando adquirió la opción de compra llegó a entrar en la vivienda que iba a ser suya. El piso “estaba hecho, solamente le faltaba la cocina”, recuerda. Después, llegó la paralización. Pasaba cada día por la caseta de obra y le daban largas. Durante muchos meses, le decían que faltaba un mes para terminar.

Uno de los días, la caseta apareció vacía. Le preguntó al barrendero y él le reveló que hacía seis meses que no había movimiento en la promoción. Varios vecinos colocaron carteles en el barrio y se agruparon para denunciar el caso. Algunos de ellos tenían varios inmuebles porque habían cedido sus solares a cambio de pisos en la zona. El proceso de venta había sido más que cuestionable, “se juntaba la gente con el constructor en una cafetería, firmaban el papel, le daban el dinero y lo metería en el bolsillo, la entrada del piso”, cuenta la mujer.

La acción judicial no dio el efecto esperado, porque fue contra una inmobiliaria que ya se había dado de baja. Esto, unido a otros gastos, hizo que los 12000 euros que había puesto Mercedes se convirtiesen en un gasto de 55000.

OKUPAS Y DESVALIJAMIENTO

En el proceso, los pisos fueron desvalijados y los intrusos se llevaron “calentadores, radiadores y levantaron el suelo”. Más tarde fueron un lugar de fiestas o consumo de drogas, y en los últimos años es la residencia de varios okupas ilegales que llegan a realquilar los pisos que les pertenecen a otras personas. “Ni en una película”, lamenta Mercedes, a quien le “hierve la sangre” al leer las últimas noticias sobre su caso.

Mercedes no puede evitar la puja de las viviendas. De todas formas, ya no quiere saber nada de su piso. Solo cerrar este capítulo e intentar, si es posible, que le reembolsen el dinero perdido. Porque la salud, las bajas o la ansiedad que vinieron en el proceso no los podrá recuperar.