¿Qué son los pellets de plástico que han llegado a las costas de Galicia?

Analizamos con la doctora en Química Deborah García Bello el tipo de material y la repercusión que puede tener en el entorno

Noela Bao

Coruña - Publicado el - Actualizado

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La Fiscalía ha abierto diligencias de investigación sobre el vertido de pellets en las costas gallegas. La Unidad Especializada en Medio Ambiente ya abrió expediente de seguimiento de la situación el día 4 de enero. Investigará si se ha cometido algún delito y, de haberlo, determinará las responsabilidades.

Los pellets de plástico que están llegando ahora a la costa vienen del buque Toconao, que perdió un contenedor en alta mar en Portugal, ya en diciembre. Dentro había, según la delegación del Gobierno en Galicia, 26,3 toneladas de pellets de plástico, además de otros contenedores con neumáticos y papel film.

Pellets o granza de plástico

Pero, ¿qué son exactamente los pellets de plástico? La doctora en Química e investigadora en ciencia de materiales coruñesa Deborah García Bello explica a COPE Coruña que detrás de esta denominación “coloquial”, estas pequeñas bolas son conocidas en el sector como 'granza' y que sirven para modelar y fabricar útiles de plástico.

Pellets de plástico en Arteixo

Pellets de plástico en Arteixo

Según explica es “plástico tal cual, pero en unidades muy pequeñitas que se usan luego en la fabricación de plásticos”. Normalmente son “termoplásticos, es decir, plásticos que cuando les aplicamos calor se funden, se derriten, y les podemos dar la forma de lo que queramos”. Algunos usos pueden ser “para fabricar un envase alimentario, un juguete o una sonda médica”.

Plástico no es igual a tóxico

Para analizar la magnitud del problema es importante entender que “el plástico no es un solo material” sino que “comprende un centenar de materiales diferentes”, igual que “metal es hierro, es aluminio, es mercurio...”. De este modo, cada plástico tiene comportamiento diferente y “

el polipropileno es muy diferente del PVC o es muy diferente del plástico PET”, por lo que “es muy importante conocer cuál es la composición exacta, porque decir plástico es casi como no decir nada”.

Al ser plástico es “contaminante” como “cualquier material que esté en el lugar en el que no tiene que estar” pero “decir plástico no es sinónimo de tóxico”. García Bello puntualiza que “la toxicidad de un material o de una sustancia,por definición, es la capacidad que tiene de envenenar, y hay plásticos que sí que liberan sustancias que son tóxicas, es decir, que actúan como venenos, y plásticos que no, que son totalmente inertes”, como en el caso de los plásticos que se utilizan en medicinas.

La aclaración de Medio Ambiente

“Es muy importante conocer la composición de estas bolitas de plástico que llegaron al mar para saber la envergadura del problema”, subraya. De este modo, si tal y como dijo la armadora “son plásticos inertes, habrá que retirarlos, porque es contaminación”, pero “si son plásticos tóxicos, el problema es muchísimo más grave, es como si comparamos, decimos, un vertido de metal, pero qué diferente es si ese metal es hierro o ese metal es mercurio, que el problema sería infinitamente más grave”.

Este lunes, la conselleira de Medio Ambiente ha confirmado a preguntas de los periodistas que los análisis realizados por el CETIM (Centro Tecnológico de Investigación Multisectorial), han confirmado que el material "no es peligroso". Ha aclarado que es "Pet", plástico "que se utiliza para elaborar envases alimentarios", lo que "no quiere decir que no tenga afección para el Medio Ambiente. "No son tóxicos, no son peligrosos y como es plástico hay que quitarlo de los arenales" de forma "coordinada y con sentido", ha dicho Vázquez

Ciencia y prudencia

La investigadora aboga por una doble receta ante este problema medioambiental: ciencia y prudencia. “es muy bonito ver que hay tanta gente voluntaria que se lanza a las playas para tratar de ayudar”, pero aboga por “tener el conocimiento para hacerlo bien” para no “causar más daño que beneficio”.

Por ejemplo, en las playas con duna “hay que tener mucho cuidado al retirar estas bolitas de plástico porque podemos estar retirando también una vegetación que es muy sensible” o “podemos estar enterrando esas bolitas en la arena”, un material que “ahora mismo son relativamente sencillas de atrapar, pero si va muchísima gente y la pisa, al final se van a mezclar con la arena y van a ser muy difíciles de extraer”.

Además, resalta que hay “muchísimas playas en las que se practica el marisqueo. Y si revolvemos la arena justo donde rompe el mar,a lo mejor estamos matando a millones de bivalvos sin darnos cuenta” ya que “estamos revolviendo su hábitat”. Por ello, aboga por “actuar siempre con protocolos que al final estén revisados por especialistas en el medio marino para que esta ayuda no haga más mal que bien”.