La alerta de un hostelero de A Coruña después de sufrir siete robos : “El mal por el mal"
La alarma saltó cuando entraron en su local al lado del Palacio de la Ópera, pero cuando llegó la policía, ya habían huido: solo había tres patrullas para toda la ciudad
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Haber sufrido siete robos en locales de hostelería, le dan a Raúl un máster no oficial de qué saber hacer en caso de que entre un ladrón en tu propiedad. Por eso, la última vez que sufrió un delito de este tipo, le pidió a la Científica que no viniese muy tarde para poder limpiar y abrir al día siguiente su cafetería, situada en la Glorieta de América de A Coruña.
No está para perder un minuto, y su trayectoria, para bien o para mal, le ha enseñado a ser práctico: desde que está al frente del local, ya son cuatro las veces que entraron a robarle, a lo que suma otros tres encontronazos con delincuentes en bares anteriores. La Policía le dice que, al estar situado en un cruce de caminos, a los ladrones les es muy fácil escapar en cualquier dirección de su cafetería, situada al lado del Palacio de la Ópera.
La última vez que lo hicieron, cuenta el hostelero a COPE, fue de noche. Hace varios días, de madrugada, dos personas se bajaron de un coche, forzaron la puerta y con una palanca intentaron robar en la máquina de tabaco y una caja registradora blindada contra los ladrones.
No lo consiguieron, pero sí se llevaron unos 550 euros entre lo que había en el bote de propinas y un sobre con dinero que no entró a tiempo en caja. Luego huyeron, no sin antes emprenderla a golpes con todo lo que se encontraron a su paso. Eso es lo que Raúl menos entiende, “el mal por el mal”, más allá de ir a por los objetos de valor.
Desesperación de la propia Policía
Las alarmas sonaron, pero cuando llegó la policía ya estaban lejos. Y los propios agentes le contaron a Raúl la impotencia que supone no poder llegar a tiempo por falta de capacidad. Esa noche, solo había tres patrullas, “tres coches” para toda la ciudad de A Coruña, algo que, por extraño que parezca, es la situación habitual.
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) alertan de una situación que han denunciado muchas veces. Mónica Tomé es la secretaria de Organización del SUP en A Coruña. “Tenemos que darnos cuenta de que A Coruña es una ciudad grande, son 250.000 habitantes.
Con las patrullas que hoy están saliendo a la calle, sobre todo noches y fines de semana, es una desesperación porque a veces no llegas”, advierte. No solo afecta al personal de calle porque “aunque llegues, a veces te ves en una situación de que si te metes en algo muy complicado no vas a tener mucha ayuda para poder pedir”.
El problema es que la plantilla, sobre el papel, está cubierta al 95%, pero la distribución no está adaptada a los tiempos actuales. “Hay una mala distribución, teniendo en cuenta que el catálogo es de hace aproximadamente dieciocho años y desde aquella las modificaciones que hubo fueron mínimas, hay una mala reestructuración de los efectivos”, afirma.
Por ello, demanda una modificación del catálogo de personal porque “necesitamos que se mande más gente”.
Como suele pasar en cualquier negocio, la época de vacaciones agrava estas necesidades de personal... pero claro, no se debería de hablar de la plantilla de la policía como si fuese una empresa cualquiera. En algo sí coinciden: los agentes que llegan de prácticas cada verano no suplen las necesidades que se dan durante todo el año.
“Son gente que está de prácticas, no la puedes utilizar para suplir una carencia de personal. Está aprendiendo, entonces no es justo”, subraya Tomé, que incide en que estas patrullas “no están para cubrir necesidades del servicio”.
Una cámara grabando
Por lo que respecta a Raúl, sabe que no va a ser fácil resolver el último robo porque los ladrones iban cubiertos de pies a cabeza, manos incluidas. Pero no pierde la esperanza, porque uno de ellos dio marcha atrás cuando ya se iban para intentarlo de nuevo con la caja... y ahí las cámaras captaron su cara descubierta.