Juzgados
El juicio por la muerte de Samuel Luiz muestra su cara más CSI
Declaran en la Audiencia Provincial de A Coruña agentes encargados de reconstruir los hechos y de analizar el ADN
Coruña - Publicado el - Actualizado
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El juicio por el asesinato de Samuel Luiz ha mostrado este jueves su cara más CSI. En la sesión celebrada en la Audiencia Provincial de A Coruña, dos policías del laboratorio de ADN han explicado que encontraron en el rostro y la frente del fallecido “un perfil genético indubitado” de Diego Montaña, el joven que inició la paliza.
Según han explicado, un puñetazo aislado no tendría por qué dejar células epiteliales en otra persona, pero el hecho de que apareciese una “mezcla compatible” apuntaba a que el contacto entre ambos sería reiterado. “Es significativo, indica fricción. Nos pasa en casos de agresiones sexuales o estrangulamientos”, declaró una de las policías.
En esos análisis posteriores, hallaron también muestras de ADN de Alejandro Freire, 'Yumba', en unos cristales que estaban en el lugar del crimen. Esos restos los localizaron agentes encargados de hacer una reconstrucción de los hechos a la mañana siguiente, que prestaban declaración minutos antes. Consideraron que eran relevantes porque dos testigos aseguraron “haber escuchado ruido de cristales” durante la paliza y marcaron “un punto concreto” donde estaban los fragmentos.
La declaración voluntaria de Kaio Amaral
En la sesión de hoy ha hablado también el subinspector que tomó declaración a Kaio Amaral. El joven se presentó en la comisaría dos días después del crimen para declarar voluntariamente. Inicialmente. Lo hizo como testigo inicialmente ante las informaciones en redes sociales que lo señalaban, y dio “muchos datos” sobre los hechos que resultaron de gran utilidad para la investigación.
“Nos facilita muchos datos, no sé si con la intención de colaborar o, es una percepción personal, de exculparse”, declaró el policía. Aportó “grabaciones, fotografías, imágenes y datos de contacto” y señaló a otros tres procesados: Alejandro Freire, Diego Montaña y Cathy Silva. En ese relato, él lo contaba como si solo estuviese “mirando”, como si “hubiese sido testigo de todo pero él no participa en nada”.
Según el subinspector, Kaio relató que agarró a los implicados pero solo para separarlos. Sin embargo, hubo algo que lo delató: mintió sobre lo que llevaba puesto en la parte superior, lo que dificultó la investigación y su localización en las grabaciones de las cámaras. Fue detenido, finalmente, cuatro días después del crimen y se le tomó de nuevo declaración.
El móvil de Samuel que nunca se recuperó
En ese momento, confesó que se había llevado el móvil de Samuel, algo que “nos sorprende” porque no lo había mencionado antes. No obstante, no se pudo recuperar porque declaró que lo había tirado ya a la basura “justo el día que había venido a tomar declaración en un contenedor cercano a su casa”.
La investigación nunca pudo acceder a ese terminal porque “habían pasado dos o tres días y ya se había recogido la basura”. La desaparición del móvil es clave, puesto que supone que para Amaral se pida la pena más alta, 27 años, al sumar un robo con violencia a los cargos de asesinato.
El juicio se retomará el lunes con más pruebas periciales. Hablarán los dos primeros agentes que acudieron al lugar de los hechos, de la policía local, además de agentes del 091, entre ellos de la Policía Científica de Madrid.