Lágrimas y arrepentimiento en tres de los acusados por el asesinato de Samuel Luiz: “Pido perdón a la familia”

Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral han protagonizado la última sesión del juicio antes de la lectura de conclusiones

Noela Bao

Coruña - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

      
      
             
      

Estos días sus nombres se repitieron en declaraciones de testigos, policías o hasta forenses. Y era mucha la expectación sobre lo que tenían que decir. Este miércoles hemos escuchado a los tres principales acusados del asesinato de Samuel Luiz. 

Diego Montaña, Alejandro Freire y Kaio Amaral están en prisión provisional desde los hechos. En juego, penas que oscilan entre los 22 y los 27 años de cárcel. Ante el tribunal, todos se han declarado inocentes de los cargos a los que se enfrentan de asesinato con alevosía y ensañamiento.

Diego Montaña, el joven que empezó a pegar a Samuel

Diego Montaña fue quien inició la agresión. Con la voz entrecortada, aseguró que apenas recuerda nada de la noche, que no tiene “un recuerdo continuo”. Solo tiene la imagen de ver “una pareja grabando” y, lo siguiente es verse pegando a Samuel sin saber cómo ni por qué y, después, su cuerpo inerte tendido en la calzada, “una imagen que nunca olvidaré”.

Aunque se declaró inocente de los cargos de asesinato, se quiso disculpar públicamente porque su agresión inició la fatal paliza. Todo esto empezó por mi culpa y si no, nada de esto hubiera pasado y él estaría vivo”, declaró entre lágrimas. Por eso, señaló, “quiero pedirle perdón a la familia y a todo el mundo".

Yumba niega el mataleón

Un arrepentimiento que también mostró Alejandro Freire. El joven, conocido como Yumba, reconoce que agarró a Samuel por la espalda como una reacción “instintiva” cuando vio que se estaba pegando con su amigo Diego, pero niega que le aplicase un mataleón para intentar ahogarlo o que hubiese agredido al joven: “En ningún momento le lancé puñetazos a Samuel” Luego, le dio un “manotazo” a uno de los senegaleses que, según su versión, lo empujó contra el suelo. “Me calenté con él y me olvidé completamente del resto”.

“Entre la borrachera y el golpe que había llevado sinceramente no me paré a pensar en la situación. Yo si me hubiese dado cuenta de lo que estaba pasando, hubiera por lo menos intentado parar la agresión”. Según su relato, no fue consciente de la magnitud de lo que estaba pasando porque estaba muy borracho y drogado. Había bebido más de media botella de whisky y consumido “10 o 15 rayas” de cocaína desde la tarde.

      
             
      

Al final de su intervención, puso la mano en el corazón para pedir perdón: “Yo no tengo palabras para describirlo. No tengo palabras. Estoy muy arrepentido, de verdad, muy arrepentido por lo que hice”, afirmó al borde del llanto. Quiso “pedir disculpas a toda la gente que he podido hacer daño sufrir” pero también añadió: “quiero decir una cosa. Creo que Samuel no murió por mi culpa”.

Kaio Amaral, el que se llevó el móvil de Samuel

Más natural, sin arrepentimiento alguno y lleno de detalles ha sido el testimonio de Kaio Amaral, el único que admitió más preguntas aparte de las de su abogado. Recuerda ver a Diego y Yumba pegando a Samuel y fue “corriendo” pero según su declaración, su única participación fue intentar separarlos. Luego, vería la pelea a distancia, siempre alejado hasta que Samuel se desplomó. 

Dijo que no tocó al chico ni para pegarle ni para quitarle el teléfono. Asegura que se encontró el móvil tirado en el suelo con una chaqueta. Lo cogió, lo apagó y no supo que era del fallecido hasta el domingo y, pese a no ser suyo, lo enseñó a un amigo que le “ofreció” comprarlo “porque ya le he vendido más cosas robadas”. Más tarde, lo despiezó para intentar vender por piezas, pero, finalmente, lo tiró a la basura.

      
             
      

Su declaración también incluyó lágrimas en varios momentos al reconocer que la prisión “le ha partido la vida” y al recordar los mensajes de redes sociales en los que le señalaban tras la muerte de Samuel. Su madre lo fue a buscar al trabajo, “muy preocupada porque estaba mi foto en todos lados y que nos fuéramos a casa”, señaló con la voz entrecortada.

El juicio, visto para sentencia el viernes

Ahora, lo que queda del juicio son los informes finales. El jueves será el turno de las acusaciones y el viernes, de las defensas. Luego, el jurado tendrá 72 horas para emitir su veredicto. Culpabilidad o inocencia, según el caso.