Un octogenario publica un anuncio en el periódico para dar con sus amigos de la juventud de A Coruña y alucina por lo que le pasa
Francisco Javier se decidió a retomar la amistad con sus grandes amigos 70 años después de su estancia en la ciudad gallega
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Nunca es tarde para retomar el contacto con quien te ha hecho feliz. Y si no, que se lo digan a Francisco Javier Pozas. Este vecino de Vigo (Pontevedra) lanzó un llamamiento para intentar localizar a sus amigos de la juventud en A Coruña, y decidió probar suerte.
A Francisco Javier, la ciudad coruñesa lo acompañó durante su infancia y adolescencia. Era el pequeño de una familia de cinco hermanos, nacidos en el Madrid de la Posguerra. La profesión de su padre lo obligó a moverse por varios puntos del Estado. “Era de Renfe, es como los militares que los van cambiando de sitio cuando ascienden”, relata a COPE. En ese momento, lo destinaron de Madrid a A Coruña y allí pasó los que, para muchos, son los mejores años de su vida.
Vivía en las casas para ferroviarios que estaban situadas en la ya desaparecida Estación del Norte, en torno a la actual estación de buses y El Corte Inglés. Con sus vecinos, hizo una pandilla, la de la Calle Caballeros. Él era “El Madriles”, por su procedencia, y con ellos salía todos los fines de semana al centro de la ciudad.
Al cumplir 18 años, trasladaron de nuevo a su padre y tuvo que volver a mudarse y dejar atrás a sus amigos. Ahora, con 83, quiere saber qué ha sido de ellos. No se le ocurrió mejor idea que publicar en prensa una foto que se hicieron en los Jardines de Méndez Núñez de A Coruña, al lado de la estatua de la escritora Emilia Pardo Bazán.
un reencuentro con sorpresa
Era consciente de que “es difícil el recuperar unas amistades de setenta años”, pero el llamamiento tuvo éxito... y sorpresa. Del grupo de nueve personas que había en la foto, solo están vivos tres.
Uno era Manuel, que “leyó en La Voz de Galicia el reportaje inicial en el que se pedía que yo quería localizar a esta gente”. Lo llamó en cuanto vio el anuncio y le dijo que todavía estaba en contacto con Chicho. “Dijo que a la otra persona la veía de vez en cuando y que iba a estar con ella”, relata.
El tiempo pasó para todos, porque, confiesa “le he visto la voz ya de un poco mayor, vamos a llamarle así”. No sabe si pasó al contrario porque “mi voz la tengo todos los días, no sé si mi voz ha cambiado ha cambiado muchísimo... no lo sé”.
reencuentro con vistas a las cíes
Confiesa que “es una satisfacción” haber localizado a sus amigos “después de tantos años” pese al chasco de que solo queden tres. Piensa que “todos tendrían como yo, más o menos, 80 en este momento”. Ahora, su plan es ir a A Coruña a celebrar el reencuentro, “a estar con ellos y después traérmelos a donde vivo”.
Todo esto, con el reto de tener que lidiar con la tecnología con más de 80 años. Javier dio un correo electrónico para establecer el contacto y va trampeando con el Whatsapp. Vive con su mujer y “me acaban de pagar mis hijos un teléfono carísimo”. Confiesa que lo usa “para sacar todos los días la puesta de sol desde mi casa”. Su vista es envidiable, porque ve las Islas Cíes.
Y es que, aunque haya nacido en Madrid, es un enamorado del mar. Siempre en su retina... y en su historia personal, porque ha pasado buena parte de su vida practicando pesca submarina. Espera que después del retomado contacto que ha tenido con sus amigos del alma, puedan también ir a visitarlo a Vigo y disfrutar de esas vistas desde su casa.