¿Cómo se van a organizar las fiestas de barrio de A Coruña? Sin consenso para el nuevo modelo

Los cambios para la organización de las fiestas en los barrios de A Coruña crean malestar y preocupación entre muchas asociaciones vecinales. Las ayudas a los festejos en las distintas zonas de la ciudad se otorgarán ahora por convocatoria pública. 

28 asociaciones vecinales concurrirán a estas subvenciones para las que el Ayuntamiento destinará medio millón de euros. Cada una de las entidades podrá recibir un máximo de 20.000 euros para organizar las fiestas de su barrio.

Entre los criterios que se priman están los asistentes a anteriores fiestas, la antigüedad de los festejos o el número de socios de la entidad. El tipo del proyecto es uno de los factores con más puntos, y se valoran, por ejemplo, las contrataciones de agrupaciones locales o el uso del gallego.

El disgusto de Novo Mesoiro

Entidades como la asociación de Novo Mesoiro han expresado ya su profunda preocupación y tristeza por este cambio. Inciden en que impone una carga económica y de responsabilidad insostenibles para las agrupaciones vecinales.

El presidente de los vecinos de Novo Mesoiro, Víctor Lamela, entiende que una asociación no está para asumir los problemas que puedan surgir en la contratación o la fiscalización de las fiestas. 

"Sabemos que son todo buenas palabras, pero cuando llegue el día y vuelvan los problemas, nos pueden hundir a las asociaciones", opina. Considera que las entidades vecinales "no somos comisiones de fiestas, somos gente que trabajamos gratuitamente por el barrio y que luchamos porque los barrios mejoren, porque cuando hay un problema estamos para trabajar para ello" Y no, cree, "para estar un año trabajando por unas fiestas y que si genera un lío  nos responsabilicemos económicamente". 

"Durante otros años, lo que hacíamos desde los barrios era presentar un proyecto al ayuntamiento indicando los costes que tendrían las fiestas, es decir, nos sentábamos con grupos musicales, feriantes y se le presentaba un proyecto con el presupuesto que nos trasladaba el ayuntamiento", explica. Luego, "el ayuntamiento se encargaba de la contratación de todo y las responsabilidades de seguro", explica. 

Otros apoyan el modelo 

Una visión totalmente opuesta es la de la Sagrada Familia, que ven en el nuevo modelo una mayor libertad para organizar unas fiestas al gusto del barrio "Estoy encantadísimo", reconocía Juan Rodríguez, presidente de la asociación vecinal de este barrio. 

Cree que, de este modo, "puedo ofrecerle a mis vecinos por las fiestas que yo quiero y lo que me gustaría tener". Trámites como "buscar la luz, buscar el agua, buscar los palcos, buscar todo" sirven también  para hacer "una fiesta acorde a lo que tú quieres y me parece fantástico". 

Ve bien esa mayor responsabilidad vecinal. Ellos, de hecho, ya llevan con la organización de las próximas fiestas desde que terminaron las anteriores. "Detrás de eso hay muchísimo trabajo y así también le viene bien a todo el mundo saber que hay que trabajar para tener unas fiestas, pero trabajar mucho, no poco", opina. 

Comisiones sin entidad vecinal 

Y, ¿qué pasa con los barrios donde no es la asociación vecinal la que organiza las fiestas? Eso se han preguntado desde San Francisco Javier, cuyos populares festejos organiza la parroquia, a través de una comisión de fiestas, desde hace años.

"Llevo muchos años haciendo las fiestas en el barrio, siempre a través de la parroquia. Entonces nosotros no somos asociación de vecinos ni de nadie", asegura Antonio Castro, el presidente de la comisión de fiestas, que planteó al concello que su caso "era distinto a los demás". Desde el concello, les comentaron que estudiarían qué pasa con ellos. 

¿Por qué cambia el modelo de fiestas de barrio en A Coruña? 

Desde el Ayuntamiento justifican este cambio de modelo en la necesidad de adaptarlo a los requisitos legales. Las aportaciones directas a las entidades vecinales, sin convocatoria pública, tenían constantes reparos de intervención.

Han llamado a la tranquilidad. Crearán una secretaría técnica para resolver dudas sobre cualquier cuestión relacionada con las contrataciones, que estará a disposición de las entidades vecinales. Así lo ha anunciado el concejal de Cultura, Gonzalo Castro, tras una movida reunión con las asociaciones vecinales celebrada en las últimas horas en el Ágora.

El nuevo sistema entrará en vigor, como pronto, en marzo. Será necesario contrar con nuevos presupuestos para que pueda ponerse en marcha y hasta finales de enero no los llevará a pleno el grupo de gobierno socialista. Si, tal y como se espera, no cuentan con el apoyo de la oposición, plantean vincularlos a una cuestión de confianza.