Un pitbull se escapa de la perrera de A Coruña y mata a otro perro: “es una negligencia enorme"
El dueño, herido por el ataque, pide que se tomen medidas para que no se vuelva a dar algo así: llega a estar mi madre y la mata
Coruña - Publicado el - Actualizado
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Fue el 25 de agosto cuando Miguel vivió lo que describe como la peor experiencia de su vida. Estaba en el parque de Bens de A Coruña sentado en un banco con sus dos perros. Uno de ellos era Kaiser, un pastor alemán. Estaba sentado bajo sus pies, cuando escuchó a alguien gritar. Sin tiempo a reaccionar, vio como un pitbull, perseguido por una empleado de la perrera, fue directo a por su mascota.
El ataque fue brutal. “Lo destrozó”, cuenta Miguel, muy afectado todavía. “Ya le atacó directamente a Kaiser en la cabeza, fue a matarlo”. Él intentó separar a los animales pero en esos angustiosos minutos él también resultó herido. Kaiser “no paraba de gritar, no se estaba ni defendiendo”, y, al agarrarle la cabeza, el can fugitivo le mordió la mano, lo que le hizo caer y golpearse la cabeza.
HERIDAS MUY GRAVES
A base de empujones y patadas consiguieron, al menos, que el empleado de la concesionaria redujese al perro agresor. Al lugar se trasladó la Policía Local y una ambulancia. Miguel pidió a su hermano que llevara a Kaiser al veterinario, pero era demasiado tarde. “Al final no reaccionó y al día siguiente hubo que sacrificarlo”. A Miguel lo llevó la ambulancia al CHUAC porque “el desgarro, sobre todo el de la mano izquierda, era muy importante”.
Las heridas de Miguel fueron serias. Pero la mayor es la emocional: no es solo perder un animal querido. Es no recibir ni un “lo siento” por parte de los responsables. Fuentes municipales indican que han exigido a la concesionaria que tome las medidas necesarias para que no se repita algo así.
También aseguran que la empresa asumía lo ocurrido. Aunque hay matices, como revela Miguel. Cuando contactaron con él, prometieron que se harían cargo de todo, pero, al saber que denunciaría los hechos, se desentendieron. Miguel explica que fue la Policía Local quien le dijo que debía “poner mi propia denuncia”, por lo que posteriormente desde la perrera contactaron con la veterinaria y “le dijo que como había querido denunciarla, no se hacían cargo”.
MEDIDAS PARA QUE NO SE REPITA
Ahora, Miguel está de baja y todavía ni puede cerrar bien las manos. Pero lo único que quiere es que no vuelva a pasar algo similar. “El perro no tiene culpa, pero algún desgraciado le enseñó a ser así y era extremadamente agresivo, porque no hubo provocación ni nada”, asegura. Y cree que no la desgracia no fue mayor de milagro. “Mido 1,80 y peso 85 kilos, soy joven, pero llega a estar mi madre y la mata. Esto me parece una negligencia enorme”, lamenta,
Sea como sea, la situación de la perrera llegará este jueves, 7 de septiembre, al primer pleno municipal del curso político en A Coruña. Será a través de varias iniciativas del PP, que denuncia falta de transparencia respecto a esta concesión.