Una coruñesa pide ayuda para encontrar la bufanda que llevaba su hijo cuando murió

Miguel Ángel tenía 38 años y trabajaba en el puerto exterior de A Coruña. Un hombre deportista, activo, que peleaba por sus derechos. Pero su vida se terminó el 13 de febrero de 2020.

Ese día, llamó por megafonía a sus compañeros para tomar un café. Ya no pudo compartir ese momento, porque su corazón se paró. Le dio un infarto, pero la ambulancia no llegó a tiempo a Punta Langosteira para poder al menos intentar salvarle la vida.

LA BUFANDA DE MIGUEL ÁNGEL

Esta muerte repentina dejó profundamente tocada a su familia y a sus amigos. Una pérdida imposible de asimilar para su madre, Matilde, que encontró un inesperado consuelo en una bufanda. No cualquier bufanda. Era la que llevaba su hijo su último día de vida.

Se da la casualidad de que se la dejó en el coche y fue la única prenda que pudo recuperar. Desde entonces, Matilde la llevaba consigo día y noche, porque era una forma de aliviar su dolor: “la llevaba puesta siempre, porque llevándola es como si lo llevase a él” Cuenta que le quita un poco “la pena” porque “siento que lo tengo conmigo

PÉRDIDA EL SÁBADO

El pasado sábado Matilde fue a comer con una de sus hijas, que trabaja en Santiago como investigadora. Con su padre, fueron andando de Adormideras a un restaurante de la Avenida de Navarra. Luego, volvieron a por el coche. Aparcaron en Zalaeta y caminaron para ver una exposición a la Fundación Barrié.

De camino a un bar de La Marina, Matilde se da cuenta de que no lleva ya la prenda. Intentó recuperarla, llamó a todos los locales en los que estuvo y volvió a recorrer los lugares por los que pasearon, pero de momento no hay pistas.

AYUDA POR REDES SOCIALES

Matilde ha pedido ayuda en redes sociales para encontrar esa prenda. Ha compartido sendas fotos de su hijo y de ella con la bufanda: es marrón y tiene listas color crema. También un pequeño desgaste que ella prefirió no arreglar para mantenerla tal y como era.

Si alguien tiene una pista de la bufanda puede contactar con ella por Twitter. Ha transmitido las “Gracias Infinitas” a toda la gente que la está arropando, igual que lo hicieron cuando, hace dos años, su vida dio un vuelco.

ARROPADA POR SUS COMPAÑEROS

Matilde cuenta que la muerte de su hijo le trajo una segunda familia: todos sus amigos y compañeros. La invitan cuando tienen comidas de trabajo y mantienen, como ella, vivo el recuerdo de Miguel Ángel.

Todo el mundo lo quería, y su funeral abarrotó la iglesia de los Dominicos con gente llegada de todas partes. Ahora, esta mujer también pelea por una de las demandas que hizo él en vida y que podía haber salvado la suya: que haya un dispensario en el puerto exterior para atender cualquier emergencia a tiempo.