El Botafumeiro vuela de nuevo en la Catedral de Santiago

Han sido cinco meses en dique seco, pero el incensario más famoso del mundo ya puede volar de nuevo. Esta semana, los tiraboleiros realizaron las últimas pruebas, según contaba a Cope Santiago el director de la Fundación Catedral, Daniel Lorenzo, y el día del Apóstol habrá seguro Botafumeiro.

Lo que se hizo desde diciembre fue revisar lo que se conoce como el "ingenio", la estructura de poleas que diseñaron en un astillero vasco para garantizar su funcionamiento. "Se pensó para cuando el Botafumeiro volaba al año unas doce veces... y ahora puede hacerlo tres veces al día!" Era necesario desmontar todas las piezas, porque "estamos funcionando con las mismas maderas del siglo XVII, no otras" y todo requiere un mantenimiento. Las manos que habitualmente tiran de las cuerdas comprobaron que todo ha quedado bien.

El 25 de julio, día del Apóstol, es la próxima cita marcada en el calendario litúrgico en la que seguro el botafumeiro pondrá el broche a la ceremonia, como se recoge en la web de la Catedral. Son muchos los grupos de visitantes y peregrinos que solicitan a través del correo electrónico botafumeiro@catedraldesantiago.es este servicio, que tiene un precio variable en función de desde dónde llegue la petición para hacer la ofrenda, si se trata de un grupo de peregrinos, una institución pública o privada.

MUCHA AFLUENCIA AL TEMPLO, PERO ORDENADA

La seo compostelana sigue registrando una afluencia creciente de visitas, pero por el momento no ha sido preciso establecer una entrada específica para dar el "abrazo" al Apóstol, porque la llegada se está repartiendo a lo largo del todo el día, incluso hay muchos grupos que prefieren acceder ya a las siete, cuando acaba de abrir el templo: "era muy rara antes la presencia de peregrinos o visitantes a primera hora de la mañana y sin embargo ahora, no digo que sea masivo, como en la misa de doce, pero hay ya", explica Lorenzo.

Continuarán pendientes de la situación, y si fuese preciso, se volvería a habilitar el acceso específicamente para el abrazo por la entrada norte, Azabachería, con salida por puerta de Abades, en la Praza da Quintana. "Por el momento no se están generando colas. Ya hay más grupos sobre todo de extranjeros, pero también nacionales, que vienen temprano... lo mismo que los horarios de mediodía, los de comidas. Antes había un bajón importante pero ahora empiezan a utilizarlo". Asegura Daniel Lorenzo que hay quien se sorprende de "poder estar aquí a las tres de la tarde, a las dos y media...". Porque la Catedral está abierta en horario interrumpido, desde las siete de la mañana a las nueve de la noche.

Se puede entrar en el tempo sólo con bolsos y mochilas de pequeño tamaño, no las de viaje, que deben quedar en consignas como la que tienen en el Centro Internacional de Acogida al Peregrino en la calle Carretas. "Por garantizar la movilidad adecuada en el interior de la Catedral, pero también por seguridad. Desde las instituciones nos insisten mucho en todo el tema de la revisión de las bolsas que incluso pueden pasar por tamaño", subraya Lorenzo.

UN MILLÓN DE EUROS PARA SEGUIR GARANTIZANDO SEGURIDAD Y ACCESO CON SENTIDIÑO

Para que el acceso a la Catedral y también a la Oficina del Peregrino se haga de una forma ordenada y segura, la Dirección Xeral de Turismo de la Xunta y la Fundación Catedral han renovado el convenio por un millón de euros que firmaron por primera vez en el Xacobeo de 2010. El director Xeral de Turismo, José Manuel Merelles, explicaba que se busca "que a experiencia do peregrino cando chega a Santiago sexa o máis cómoda posible e poder tamén preservar o Patrimonio e manter un orde no momento en que se accede tanto á Catedral como á Oficina". Al amparo de este convenio se realiza la contratación tanto de vigilantes como de personal auxiliar.

Merelles anunció además que se acaba de licitar el contrato para ampliar de 12 a 30 el número de puntos de las rutas jacobeas en las que hay instalados sensores para "monitorizar a actividade no Camiño, para ter un coñecemento máis profundo das peregrinacións". Se trata de una medición por el momento "experimental", pero que podría dar lugar a acciones de promoción de determinadas rutas, más allá del Camino Francés, o a trabajar con las asociaciones de Amigos del Camino.

Los sensores están instalados en estos momentos en la ciudad de Santiago y también en el Camino Inglés, el Primitivo, el del Norte y el Francés.