¿Puedes encontrar a Santiago Apóstol en este Belén?

El Belén de Mallou cuenta con guiños a la tradición jacobea y se ha convertido en parada obligada en el recorrido de nacimientos de Santiago

Redacción COPE Santiago

Santiago - Publicado el - Actualizado

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En esta época del año, Santiago se llena de Belenes visitables: algunos de la propia iglesia, como el instalado en San Agustín, propiedad de la Catedral de Santiago, el de San Caetano o el de San Martín Pinario. Pero también nacimientos realizados por los propios vecinos compostelanos. En ese recorrido no puede faltar el Belén de Mallou.

Esta representación cuenta con más de 2.000 piezas, muchas mecanizadas y en movimiento, como distintos oficios, los Reyes Magos llegando al portal, los molinos, el agua real que discurre por toda la instalación, una estrella en el cielo dinámica… son demasiados detalles en lo que hay que detenerse para admirarlos.

El Belén de Mallou se ha convertido en un clásico ya para los compostelanos y para los que vienen de fuera.

Todo empezó de manera casera, en el hogar de Rogelio Pérez que, con su padre, comenzó a montar el Belén hace ya 55 años. En la actualidad sigue la tradición familiar, pero a lo grande: de la vivienda pasó al portal de casa, del portal al garaje y ahora a un bajo comercial de Mallou, una tienda que cerró y que funciona como espacio para albergar las distintas representaciones, una superficie de unos 50 m2.

LOS GUIÑOS JACOBEOS EN EL BELÉN DE MALLOU

A este Belén no le falta de nada, incluso muchos guiños a la tradición jacobea: “Soy de Santiago, celebramos este año el 30 aniversario de la declaración del camino como Patrimonio de la Humanidad. Entonces, tengo la concha del camino y poca gente lo ve, tengo un Santiago Apóstol haciendo el Camino”. Explica Rogelio que a veces intenta “picar” a los niños y no tan niños para ver si son capaces de localizarlo.

El Belén se puede visitar hasta el 8 de enero en horario de tarde, de 5 a 8.30 de la tarde. En los días festivos, también por la mañana, a partir de las 11. No cobra entrada, pero sí pide un donativo en forma de comida para llevar al Cottolengo en dos entregas, antes de Navidad y en año nuevo.

EL BARRIO DE MALLOU: “ESTAMOS ABANDONADITOS

Rogelio nos dice que esto es posible también por la implicación de los vecinos y es que Mallou se ilumina gracias a sus residentes: “Estamos en el Ayuntamiento en el itinerario de los Belenes, pero estamos (el barrio) muy abandonaditos… pero tenemos la suerte de que los vecinos se están incorporando (a las fiestas) y están poniendo todos un montón de luces, ya que aquí no nos ponen luces navideñas, y entonces le damos ese aire a la zona”.

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