Las Carmelitas Descalzas se van de Santiago después de casi tres siglos
La falta de vocaciones obliga a tomar la decisión. ¿Qué ocurrirá con la iglesia conventual del Carmen en Santiago?
Santiago - Publicado el - Actualizado
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Se trata de una decisión dolorosa, pero las circunstancias han conducido a este desenlace por la disminución del número de vocaciones: Las Carmelitas Descalzas abandonan Santiago de Compostela. Su comunidad se ha ido reduciendo con el paso de los años. De las 21 como máximo que podían ser, en la actualidad hay solo cinco hermanas en Santiago.
La madre Ana destaca que el monasterio es precioso, pero “muy grande y necesita mantenimiento y cuidado. Necesitamos trabajar para comer… el trabajo absorbe fuerzas y la liturgia, que es nuestra principal ocupación, la oración, no puede ser cuidada como debe porque somos pocas. Nos invade el agobio del quehacer. Una temporada uno se estira, pero años así no es posible porque nos agotamos”. La madre Ana explica que su intención no es cerrar la iglesia porque la iglesia del Carmen en Santiago es todo un referente en la capital gallega.
¿QUIÉN SE HARÁ CARGO DEL CARMEN, EN SANTIAGO?
Llegará una nueva congregación desde Colombia, se trata de una congregación también carmelitana: “Vinieron a conocer esto y aceptaron: ni un solo día, ni una hora estará cerrado el monasterio, ellos pertenecen a los carmelitas contemplativos y serán siete hermanos”. La Madre Ana explica que los nuevos habitantes del Carmen destacan por su carisma monástico: “Se dedican al cuidado de la liturgia y están dotados del carisma de la música. También de la consolación y acompañamiento, para ayudar a la gente que necesita atención y escucha”.
Las cinco hermanas abandonan la ciudad, pero ya tienen destino: fortalecer otras comunidades: “El deseo es que los monasterios nos ayudemos entre nosotros. Dos se irán al Carmelo de León, una a Jaén y dos hermanas nos iremos a Tierra Santa”, explica la madre.
¿Cómo afronta a nivel personal esa nueva etapa? “Pues con luz de esperanza, no queremos decir que es un fracaso. Hasta ahora esta casa tuvo hijas, ahora tendrá hijos. Nuestra muerte dará vida. Nosotros podremos renacer a una vida nueva”.
¿CÓMO LLEGARON LAS CARMELITAS DESCALZAS A SANTIAGO?
Hay que remontarse al siglo XVIII, año 1748. Monjas descalzas en Galicia se asientan primero en una pequeña casita en San Roque y a los diez años se hace el traslado al monasterio. La ciudad de Santiago les ayuda, en general, además de la donación de bien hechores, toda la ciudad de entonces se involucra. En un principio se dedicaban a hilar, cultivaban la huerta y vendían productos, después empezaron a elaborar las formas para la eucaristía: “Nuestra comunidad es famosa por los recortes, vienen los niños a comprarlos y esto, los hermanos, lo van a continuar”.
La Madre Ana entró en el convento del Carmen de Santiago en el año 1978. Desde entonces, nos explica, la misión permanece, pero ha cambiado el método del trabajo diario: “cuando yo entré, hice la número 18, solo se pueden ser 21 de máxima. Ahora es igual, pero hemos simplificado, antes, por cuestión de pobreza, por ejemplo, no teníamos batidora en la cocina o maquinaria para el césped”.