Preocupación entre los repartidores de Santiago por las restricciones en los accesos al Casco Histórico

"No vamos a dar hecho", aseguran ante la nueva ordenanza que adelanta a las 10 h. el límite para poder distribuir las mercancías en la zona monumental  

Imagen de uno de los nuevos bolardos que controlan los accesos de vehículos en el casco Histórico de Santiago

íñigo Landa

Santiago - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

      
      
             
      

A partir de este jueves los accesos de vehículos al Casco Histórico de Santiago estarán controlados por un nuevo sistema de bolardos automáticos que sustituirá al anterior que funcionaba con tarjetas y que ahora se abrirán con la lectura de las matrículas en función de si el vehículo cuenta o no con autorización para acceder a la zona histórica.

Una medida que ha tardado varios meses en implementarse ya que se encuadra dentro del proyecto Smartiago con el que el Concello ha querido automatizar y digitalizar muchos de los procesos que regulan el tráfico en la ciudad.

La entrada en funcionamiento de estos bolardos este 19 de septiembre va a provocar que se controle mucho más a quienes acceden a la zona histórica, bien como residentes o como transporte público de pasajeros con paso y parada, y también a quienes cada día abastecen de todo tipo de materiales y suministros a los vecinos y negocios de la zona histórica. Aunque desde el Concello de Santiago apuntan a que habrá varios días de adaptación, con posibilidad de que la Policía Local abra en remoto los bolardos mientras se tramitan las nuevas peticiones de tarjetas que se han ido recibiendo

Sea como fuere, los repartidores de mercancías están viviendo con mucha preocupación no tanto la entrada en funcionamiento de los nuevos bolardos, sino, y sobre todo, la reducción de horario de reparto que se contempla en la nueva ordenanza municipal que se aprobará este mismo mes de septiembre.

MEDIA HORA MENOS DE REPARTO Y SALIDA DEL CASCO HISTÓRICO A LAS 10 DE LA MAÑANA

Nueva ordenanza de circulación que especifica en el apartado de carga y descarga para la zona histórica que el horario establecido para esta actividad será de 7.00 a 10.00 horas, frente al horario vigente en la actualidad, que es de 7.00 a 10.30 horas. Además, las empresas de reparto de mochilas o maletas podrán acceder entre las 12.00 y las 14.00 horas, las empresas de mensajería urgente podrán acceder de 16.00 a 18.00 horas, y las motocicletas y bicicletas de reparto de mercancías podrían acceder sin restricción horaria.

Es precisamente el adelanto en media hora del horario máximo para el reparto de mercancías lo que más preocupa, y en algunos casos, indigna a los repartidores que trabajan en la zona histórica, como Abraham y Martín, que junto a sus furgonetas de reparto de bebidas aseguran que "no vamos a dar hecho", básicamente porque buena parte de la hostelería en esta zona "no abre hasta pasadas las 10 de la mañana". 

      
      
             
      

Por lo que insisten en que la nueva ordenanza les afectará de forma notable en su quehacer diario, lamentando que nadie haya tenido en cuenta su opinión a la hora de diseñar los nuevos horarios. Que, además eran mucho más restrictivos en el primer borrador de la ordenanza ya que adelantaba esa hora a las 9 de la mañana.

Una opinión que comparte Rafa, en su caso con las bombonas de butano que debe repartir en una zona donde no se cuenta con conducciones de gas natural, por lo que su servicio es básico tanto para las cocinas de los negocios de hostelería como para las viviendas de los vecinos, por lo que considera que con la reducción e horario "los servicios van a estar muy limitados".

"¿Qué hago yo si los vecinos no están en sus casas entre las 7 y las 10 de la mañana?", se pregunta Rafa, muy molesto con una ordenanza que complica su reparto y que le obligará a tener que llamar a las viviendas "a las siete o a las ocho de la mañana", para poder dejar las bombonas.

      
      
             
      

Criticando además la falta de diálogo con ellos desde una administración, la municipal compostelana, de la que asegura "tanto les da, están sentados cómodamente y los repartidores no les interesamos nada; aquí lo único que interesa es el turismo, y nada más". 

Una queja que se repite entre otros repartidores, como quienes cada día suministran las típicas  Tartas de Santiago hechas en la misma mañana en obradores a las afueras de la ciudad y que ven imposible poder realizar la distribución de toda la mercancía en el horario que marca la nueva ordenanza

Que, si se cumple la previsión, entrará en vigor en cuanto se publique en el Boletín Oficial Provincial una vez sea aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Santiago en la sesión de este mes de septiembre.

Aprobación que está garantizada ya que el Partido Socialista ya ha avanzado que votará a favor, uniéndose así a los concejales de BNG y Compostela Aberta que conforman el gobierno bipartito en minoría.