El Balneario de Lugo, pendiente del nivel del Miño para su reapertura el 14 de marzo

En este momento, su personal está utilizando bombas de achique para evitar que el agua del río se cuele en la planta baja del edificio a causa de la crecida

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El gerente del Balneario, Antonio Garaloces, espera que baje el nivel del agua para abrir el 14

José Luis Ramudo

Lugo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

El Hotel Balneario de Lugo, en cuyas instalaciones están las antiguas termas romanas de la ciudad, está pendiente del nivel del Miño para su reapertura el día 14 de marzo, cuando estaba prevista la llegada del primer grupo del Imserso, dado que en este momento está utilizando bombas de achique para evitar que el agua del río se cuele en la planta baja del edificio a causa de la crecida.

De hecho, esa crecida del Miño a su paso por la ciudad de Lugo ha inundado el entorno del Balneario, tanto los jardines como los accesos. Su gerente, Antonio Garaloces, explicó que el nivel del río ha "bajado algo" en las últimas horas, pero "no demasiado".

"Puede que haya bajado unos cuarenta centímetros desde ayer, pero sigue estando alto. Nosotros estamos bombeando agua, de modo que dentro de las instalaciones no ha llegado a entrar", explicó Garaloces.

Como medida de precaución, "tenemos todo el material en la primera planta, dado que es un riesgo bajarlo, porque el nivel del agua puede volver a subir", precisó el gerente del Balneario, dado que "para hoy" las predicciones vuelven a avisar de precipitaciones copiosas.

Reapertura prevista para el 14

"Pensábamos abrir el 14, pero tenemos que hacer desinfecciones y los manantiales están todavía muy altos para hacer ese trabajo, por lo que esperaremos a mañana y pasado, para ver qué pasa", aclaró.

"A ver si podemos abrir el 14, si no es un turno del Imserso que habría que posponer hasta finales de mes", dijo Garaloces del grupo de unas 75 personas que tendría que aplazar su llegada.

El Balneario cerró, como es habitual, el pasado 15 de diciembre y los preparativos para su reapertura comenzaron a mediados de febrero.

Garaloces reconoció que la crecida del río Miño el año pasado, en el mes de enero, fue "de las peores, un auténtico desastre".

El agua entró en la planta baja "y hubo que pintar de nuevo y reparar los cuadros eléctricos". De hecho, dijo el gerente del Balneario, el agua "se quedó a unos 50 centímetros de llegar a la primera planta".

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