Los sectores lácteo y cárnico gallegos miran con recelo el acuerdo con Mercosur, el vinícola lo ve con esperanza

Aunque los sectores cárnico y lácteo miran con recelo el acuerdo alcanzado por la Unión Europea con Mercosur para crear la zona sin aranceles más grande del mundo, los productores de vino de la Ribeira Sacra lo ven con cierta esperanza, habida cuenta de que les abre la posibilidad de acceder a un mercado en el cual hasta ahora no eran “competitivos”. 

El presidente del consejo regulador Ribeira Sacra, Antonio Lombardía, aunque confiesa que tampoco conoce al detalle los términos de ese acuerdo comercial, entiende que “la bajada de aranceles a la importación de vinos en todos los países del Mercosur”, por lógica, “va a favorecer” al sector vitivinícola gallego.

De hecho, opina que “el sector ve con muy buenos ojos ese acuerdo”, porque “aumentará la presencia” de los vinos de la denominación de origen en esos mercados. “Será positivo en ese sentido”, añade, porque “al bajar los aranceles, seremos más competitivos. Ahora no estamos, porque realmente no lo somos”.

Lombardía precisó que, en este momento, “es un mercado minoritario, muy pequeño, porque no eres capaz de competir”. Algún productor, añadió, no pudo asentarse en la zona precisamente porque los aranceles a la importación de vino lo dejaron fuera de la posibilidad de competir.

“Entiendo que nos pasa a todas las denominaciones de Galicia. Son mercados que hay que trabajar, evidentemente, pero también por la imposición de aranceles. Fueron un elemento clave para no poder exportar más a esos mercados. Si tu tienes un arancel y el competidor no lo tiene, te saca del mercado”, explicó Lombardía.

“Ahora intentaremos recuperarlo”, anunció.

Los sectores lácteo y cárnico recelan del acuerdo

El acuerdo provoca recelos en una parte del sector primario gallego, especialmente entre los productores de lácteos y de carne, porque consideran que la entrada de productos de terceros países, donde la normativa laboral y las exigencias en materia de sanidad y bienestar animal son menores, les implicará competir en “desventaja”.

El presidente de CLUN -Cooperativas Lácteas Unidas-, José Ángel Blanco Purriños, precisa que la entrada en vigor de este acuerdo supondrá la “entrada de carne y de leche” desde países donde la normativa y las condiciones laborales son diferentes a las de la Unión Europea, en general, y a España, en particular.

Lugares donde, “no hay eso, por ejemplo, de las cuarenta horas semanales”, de modo que “la mano de obra es más barata”.

Por otra parte, en lo relativo al cuidado de las reses, recuerda que esos productos llegarán también, seguramente a menor coste, de países donde no hay “tantas exigencias en materia de bienestar animal” y donde “los animales no están tan superidentificados” como en el ámbito de la Unión Europea.

Todas esas exigencias, “toda esa burocracia” a la que ha tenido que adaptarse el sector primario en Europa “de algún modo hay que pagarla” y tiene un coste añadido para la producción que, en el caso de terceros países, no existe.

“Si tenemos que competir con países que no tienen las mismas exigencias a la hora de producir, es evidente que estamos en desventaja”, dijo Blanco Purriños.

Por su parte, el presidente de Gandeiros Galegos da Suprema, Santiago Rego, se expresó en términos similares. 

“Está claro que no estamos a favor” de ese acuerdo, precisó, porque “la entrada de carne de países donde la trazabilidad y las condiciones sanitarias de los animales” no son tan rigurosas, deja a los productores gallegos en una situación “desventaja” frente a esa competencia.

Desde su punto vista, este acuerdo será “muy perjudicial” para el sector cárnico gallego y, por ello, la organización a la que representa está “totalmente en contra”.