MARIÑA LUCENSE Y OCCIDENTE ASTUR 

Vuelta al campo en busca de la soberanía alimentaria

El proyecto TestEo persigue recuperar tierras en el entorno del Eo y repoblar la zona

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el - Actualizado

2 min lectura

      
      
             
      

Cada vez son más las personas que apuestan por retomar la vida sencilla, en equilibrio con la naturaleza. La vuelta al campo se perfila como una opción más que interesante en medio de una sociedad abrumada por las prisas, la hipermotivación y la competitividad

Eso es lo que promueve TestEo, un proyecto que intenta recuperar la vida y el trabajo de campo, en los territorios despoblados del oriente de Galicia y el occidente de Asturias, unas ricas tierras que beben del río Eo.

Buscan dos perfiles, por un lado propietarios que ofrezcan tierras para cultivar y por el otro voluntarios dispuestos a sacarles partido. Así crearían una red de productores que abastecería el territorio con alimentos sanos y sostenibles en busca de la soberanía alimentaria.

Mauricio O'Brien, coordinador de TestEo, reconoce que "es muy difícil conseguir la autosuficiencia, pero sí reequilibrar ciertas áreas de consumo, poder participar dentro de un comercio local y contribuir, de la mejor manera, al desarrollo de esa zona".

La colaboración y comunidad es la clave del éxito del proyecto que se desarrolla en varias fases y tiene ramificaciones que conectan este territorio con experiencias similares en País Vasco, Navarra, Cáceres o Cataluña.

Los perfiles que tienden a sumergirse en esta aventura son desencantados de la sociedad actual y con alguna vinculación familiar en el campo, tal como explica Dirk Madriles de Espacio TestEo.

      
             
      

Una de las personas que se ha lanzado a ello es José Luis Moreno. Aturdido de la vida de ciudad decidió impulsar un proyecto en la zona rural, una ecoaldea, basada en la sostenibilidad y el veganismo. El proyecto se llama Savia y busca reconectar con la vida sencilla en comunidad.

No sólo él, son varias las personas que habitan esta ecoaldea, ayudándose unos a otros y recordando una forma de vida que no nos es tan ajena, al fin y al cabo es justo lo que hacían nuestros abuelos, vivir en comunión con los vecinos y respetar la naturaleza.