MARIÑA DE LUGO
¿Estoy educando bien a mi hijo? Puede que no, pero todos nos equivocamos...
Tiempo, paciencia y respeto son los mejores recursos para una buena educación
Ribadeo - Publicado el
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Seguro que te has preguntado esto alguna vez. Sobre todo en esos momentos que todos vivimos en que el niño o niña en cuestión decide montar la marimorena en el supermercado de tu barrio. Tirado en el suelo, a grito pelado y pataleando.
Y tú..., colarado como un tomate, intentando controlar los nervios para no tirarte a su lado y patalear también.
Eso es una experiencia vital de todo padre, madre o tutor. Pero ese es sólo un momento puntual, en el que el vaso se desborda.
A qué se debe, ¿el niño es caprichoso y le gusta la escena? Es importante saber por qué se comporta así. Más bien está atravesando por un momento de frustración y no sabe cómo gestionarlo.
Aunque nos apetezca salir corriendo y hacer como que no lo conocemos, hay que quedarse a su lado y acompañarlo con paciencia, hasta que se calme.
ACOMPAÑAMIENTO
Ese es uno de los consejos que ofrecen desde la Asociación Socio Educativa Antonio Gandoy. Olaia Otero es maestra educadora en crianza respetuosa y señala que los hijos no hacen esto por fastidiar, sino que “están madurando y hay momentos en que se desbordan”.
Como nos puede pasar a todos alguna vez. Hay que comprenderlo, “acompañarlo y una vez consigamos que se calme, podemos empezar a hablar con él sobre cuál fue el problema, qué pasó”. Insiste en que “igual que tratamos a los adultos con respeto, los niños se nos olvida que también merecen respeto”.
SIN INSTRUCCIONES
Los padres tampoco tienen un manual de instrucciones bajo el brazo y reaccionan como aprendieron en su niñez o evolución, como les educaron a ellos. Tiramos de la “información que tenemos en la recámara”, como dice Olaia. Sin ánimo de culpabilizar a nadie, porque cada familia hizo lo mejor que pudo y supo. Nadie es perfecto.
La crianza respetuosa es un camino que se recorre cada día, minuto a minuto, en el que lo más importante es tener el control y comprender. La paciencia es la mejor aliada.
Hay que tener en cuenta que los pequeños no hacen las cosas por fastidiar o por maldad, sino por inmadurez, desconocimiento... están aprendiendo en la vida. Y nosostros somos sus compañeros y educadores. Habrá momentos duros, como en todo, pero requieren tu atención, tu tiempo y tu calma, porque “los niños tienen la capacidad de sacar lo mejor y lo peor de nosotros y, en esas situaciones, sacan lo peor”.
evolucionar y crecer, todos
A lo largo de una serie de talleres y sesiones con familias, desde la Asociación aconsejan, acompañan, plantean dudas e intentan resolverlas, proponen juegos, ofrecen sugerencias, etc, para que la crianza sea un camino agradable que sirva de aprendizaje de ida y vuelta. El niño evoluciona y crece, pero los padres también lo hacen. Si quieres probar ,el próximo lunes a las 17 h en el Salón de Alcaldes del Ayuntamiento de Ribadeo se ofrece una charla de educación en respeto.
Según Olaia no debemos tener miedo a hablar con ellos, y hablarlo todo. También “mostrarles nuestras emociones, las buenas y las malas” porque “hay que normalizar todas las emociones”.
No es un camino de rosas y te pondrán a prueba muchas veces, la fórmula mágica no existe, lo mejor que podemos hacer es respirar y contar hasta diez. Y siempre, siempre, acompañar. Llorar no es malo, pero es importante acompañarlos mientras lo hacen.
La clave es cambiar la perspectiva. Ante cada complicación que surja “en vez de ver problemas ver oportunidades de aprendizaje”.