Hay una costa recortada en papel que todavía no conoces en Galicia

Si quieres disfrutar de algo espectacular, curioso y poco habitual tienes que acercarte a la costa de Xove, en la Mariña de Lugo.

Allí el mar, la sal y unos cuantos miles de años han querido esculpir unas formaciones rocosas verdaderamente caprichosas.

Tan extrañas e irreales son que han recibido el nombre de Acantilados de Papel. Y es que parecen un escenario de cartón-piedra de los que se utilizaban en las películas antiguas.

Comidos por la sal

Nos cuenta el geólogo, Fran Canosa, que los Acantilados de Papel “son el resultado de una intensa erosión que produce la sal, de ahí esas formas tan peculiares”.

Además si combinamos eso con las fracturas presentes en las rocas, muy verticales, “se asemejan a hojas de papel”.

También suma ese color blanco tan intenso que tienen, por ello el nombre con que han bautizado a estos acantilados es muy acertado.

Blanco nuclear

Explica el experto que el color blanco de las formaciones rocosas se debe en buena parte al granito y a uno de sus componentes, el feldespato, “forma parte de la naturaleza de la roca precisamente”.

En cuanto a las formas de las rocas, además del desgaste de la sal del mar, también han influido otros factores: “esta zona está muy expuesta al viento y oleaje y esa ubicación que tienen influye, ayuda a que tengamos unas formaciones diferentes a las de otros puntos de la costa”.

Cuántos años tienen

Es difícil estimar cronológicamente el momento de su formación pero Fran Canosa tiene claro que “no fue a lo largo de millones de años, pero sí unos cuantos miles”.

Así que podríamos decir que se trata de unas formaciones rocosas jóvenes, dentro de lo que la geología nos permita.

Y mucho más

Los Acantilados de Papel son un atractivo curioso que no te puedes perder si vas a Galicia, están en un pequeño pueblo costero de la provincia de Lugo, ubicado en la Mariña Lucense, es Xove.

Un municipio que, además de los Acantilados de Papel, tiene playas espectaculares –como Lago o Esteiro- y un paisaje interior encantador. Muy recomendable acercarse al Pozo da Ferida, con una mágica cascada envuelta en naturaleza.

Esto sin salir de La Mariña ni irse al Fin del Mundo, que si lo quieres, también lo custodia Galicia. Puedes ir un poco más allá siguiendo la costa hasta la provincia de La Coruña para recorrer la Costa da Morte, con sus escarpados acantilados sobre el fiero mar y el mítico cabo Finisterrae (Fin de la Tierra).

Y vuelta a las rocas

Y si lo que te gusta son los acantilados, en la costa lucense tienes para escoger. Desde los archiconocidos que conforman los arcos de la Playa de Las Catedrales (Ribadeo), hasta otros más modestos -pero no menos encantadores- en Barreiros, o las curiosas formaciones rocosas que hallamos en la zona de Burela y conforman la Iglesia de Coeda, o el espectacular Fuciño do Porco en O Vicedo (este cerrado este año a causa de un desprendimiento de tierras).

Fran Canosa señala que “geológicamente hablando, La Mariña es muy diversa, desde una punta a otra, y podemos disfrutar de distintas de estas curiosas formaciones geológicas”.

Tienes una cita, con la geología y mucho más... en Galicia.

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