VIVEIRO 

Seis años después de la tragedia, vecinos de Viveiro (Lugo) temen inundaciones mientras esperan soluciones para evitar desbordamientos

Los vecinos no olvidan a su vecina Amparo Berdeal, de 83 años, que falleció al entrar una tromba de agua en su domicilio del barrio de Xunqueira 

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Se cumplen seis años de la riada acontecida en el barrio de Xunqueira, en Viveiro (Lugo), en la que murió Amparo Berdeal, una mujer de 83 años, en cuya casa entró el agua en tromba provocando una inundación y arrasando con su vida. 

Los vecinos denuncian que la situación de inseguridad persiste hoy igual que entonces. No se ha hecho nada para solucionar el problema de desbordamimentos del río Fontecova y ni siquiera les permiten limpiar la ribera o el cauce donde empiezan a crecer los árboles. 

sin soluciones hasta el día de hoy

Aún no se ha implementado ninguna solución para evitar los desbordamientos en una zona especialmente delicada, con casas antiguas muy cercanas a la orilla y gentes de edad avanzada. Todo el mundo tiene miedo a que esto vuelva a ocurrir, sobre todo después de ver la tragedia de Valencia.

Alfonso Otero, vecino de la zona nos cuenta que en este tiempo "aún no tocaron a nada, hay gente que tiene la casa encima del río casi cayendo, yo estoy sin cimentación en una parte del edificio, bueno, un montón de cosas".

La Xunta de Galicia, Diputación de Lugo y Ayuntamiento de Viveiro acaban de firmar un convenio, por un importe de un millón de euros, para aumentar el caudal el río Fontecova y dotar de mayor seguridad a ese barrio. Según este, la Diputación y el Ayuntamiento invierten cerca de 200.000 euros y Augas de Galicia 600.000 euros. 

EL PROYECTO

Entre las actuaciones más relevantes está prevista la ampliación del lecho del río, con nuevos muros de contención, la renovación y ampliación del puente existente un poco por encima de la carretera autonómica LU-540, la creación de una obra de drenaje pegada al puente medieval Camiño da Fonte, la instalación de una nueva zona verde al final de la calle en la que se situará la fuente pública y el traslado del actual lavadero, que se instalará por debajo del curso del río.

      
             
      

Alfonso Otero

Un murete intenta salvar una casa de las crecidas del río

Los vecinos lo ven positivo, como que tuvieran en cuenta su propuesta original y desecharan ideas más peregrinas que sugerían acabar con un puente medieval. Explican que el proyecto es justo lo que ellos propusieron al principio de todo, seis años atrás. Entre tanto se sugirieron ideas bastante más desacertadas: "tuvimos tiras y aflojas porque llegaron a pedir que se tirara el puente, que es del siglo XVII pero medieval en origen, que se ubica por el Camiño Real"

el proyecto bien pero... agilidad 

Ahora, a pesar de estar de acuerdo con el proyecto y de la alegría de que por fin llegue el convenio tienen otro temor, que se eternicen con los plazos, porque la Diputación ya habla de tres anualidades. Ellos exigen que la obra se haga ya, como dice Alfonso Otero "si nos tienen aquí tres años otra vez, empantanados sin acabar la obra... esperamos que la hagan antes de tres años, que se haga ya, de una puñetera vez".

Mientras esperan y desesperan el río ha evolucionado a su libre albedrío y la vegetación también, tanto que han crecido árboles en el propio cauce: "me contó una señora que por la parte de arriba están naciendo árboles en medio del río, pero es que aquí mismo, enfrente de mí, está naciendo un árbol en medio del río".

      
             
      

No está permitido limpiar y la maleza campa a sus anchas, se aproxima el invierno y hay miedo.