RIBADEO

De tacones a trail: Ana María Martínez, la superwoman que conquistó 'Los 110 del Eco Camiño'

No había hecho deporte en toda su vida, hasta hace cuatro años, y tiene 52 años, es top

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Ana Martínez, ganadora absoluta de "los 100 del Eco Camiño"

Juana Carrera

Ribadeo - Publicado el

3 min lectura

Una verdadera superwoman, capaz de correr 110 kilómetros en 15 horas, con subidas empinadas, polvo, agua, barro y viento. Resulta que a ella se le dan bien esas condiciones. Es Ana María Martínez, vecina de Ribadeo

Cuando atravesó la meta de "Los 110 del Eco Camiño", y la atravesó siendo primera de la carrera absoluta.., no se lo creía. Sólo ahora, días después, se siente ganadora.

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Ana junto al ganador masculino de la carrera

Y es que hace cuatro años Ana no sabía lo que era correr, no había hecho deporte en su vida, como ella dice “no se había bajado de los zapatos de tacón”, era directora de hotel, y ahora participa en 'ultras' que no están hechas para todas la morales.

EL SARS-COV-2 APARECE EN SU VIDA

La vida le cambió por completo con la llegada de la COVID y la caída turística que todos recordamos debido a la restricción de movimientos, además de las otras medidas sanitarias. Pasado ese momento ella dejó de trabajar, por completo. Había empezado muy jovencita y ahora lo que hace es "disfrutar de la vida", explica que también se lo merece. 

Un buen día dejó, por lo tanto, los sempiternos tacones que la acompañaban, junto a la vida sedentaria, y probó a hacer deporte. Vio que no se le daba mal eso de correr durante horas, tenía la fortaleza física, y sobre todo la mental, necesarias.

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Ana en su época como directora de hotel

La media de la carrera le salió en 8,11 minutos el kilómetro -corriendo día y noche sin desmoralizarse. Hubo momentos que corría a seis minutos el kilómetro, otros a siete y pico, pero en general esa es la media. El viento y el agua molestaban a otros deportistas, pero a ella no.

EN CABEZA TODO EL RECORRIDO

Durante unos cuántos kilómetros compartió la carrera con una pareja de deportistas de Málaga, con ellos despistó el camino y se perdieron durante un kilómetro. Luego, pasado un tiempo, vio que la estaban ralentizando y se separó. 

Ana llevaba muy buena marca desde el principio de carrera. De hecho en cada paso de avituallamiento le iban diciendo "vas primera" y ella no se lo esperaba. No se había apuntado a la carrera con la intención de ganar, sino de acabarla, pero ya puestos...

¿Y en qué pensaba entretanto?, en nada en particular, admiraba el paisaje, iba saludando a los peregrinos, o pensaba en su pareja, Iván López, que también estaba participando, se preguntaba cómo le iría (quedó quinto y también clasificó). Reconoce eso sí que lo peor son los últimos kilómetros porque no piensas en otra cosa que en acabar.

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Ana e Iván posan con sus respectivos galardones

y después de la carrera... a descansar

Tras la carrera Ana queda devastada, "como con una gripe multiplicada por veinte", y se dedica a tomar consomés, cosas calientes y descansar. Al menos durante una semana no hace deporte, necesita relajar, como mucho camina para que la circulación de las piernas fluja y se disuelva el ácido láctico acumulado.

Ahora, pasados unos días, ya puede saborear mejor su victoria y ser consciente de ella porque el día de la prueba apenas se lo creía. Y dentro de poco ya habrá recuperado las fuerzas para lanzarse al próximo reto, ¿a ver cuáles son los siguientes 100?