RIBADEO
La Virgen que vela por marineros y náufragos vuelve al fondo del mar en Ribadeo
Un grupo de buceadores la extrae y sumerge cada año por las Fiestas del Carmen
Ribadeo - Publicado el - Actualizado
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Todos sabemos de la devoción que tienen las gentes de mar por la Virgen del Carmen, la llevan siempre en mente y también en sus embarcaciones. Pero en la Ría de Ribadeo tienen una Virgen en el fondo del mar. No sólo cuida de los vivos sino que vela por los náufragos.
Cada año, unos días antes de la celebración del Carmen, la extraen de las aguas para limpiarla, restaurarla y luego la vuelven a sumergir. Lo hace un grupo de buceadores, con un arnés y mucho cuidado porque la figura pesa 80 kilos.
El esfuerzo es lo de menos
El presidente del Club de Actividades Subacuáticas Illa Pancha, Chema Sanjurjo, reconoce que "entraña dificultad trabajar con ella ahí abajo porque las corrientes influyen, el trasladarla de un lado a otro, súbela, bájala... pero bueno como es un acto muy simbólico y tiene mucha importancia para nosotros no te enteras de la dificultad ni del esfuerzo que hay que hacer".
Un acto muy emotivo
Cuando la dejan en el fondo los buceadores la rodean, alguno la besa, como despedida en un acto cargado de emoción. Cuenta Sanjurjo que "lo hacemos por todas las gentes de la mar, es un sentimiento especial estar ahí abajo, es un mundo de silencio, ver la imagen así tan blanca, te da como un... incluso llegas a emocionarte".
Javi Gallego, del Club de Vela de Castropol (Asturias), es otro de los buceadores que colabora en este homenaje y afirma que "es emotivo, porque es una tradición marinera de toda la vida y aparte de ser la patrona de los marineros también es la patrona de los buceadores".
La Virgen queda en el fondo durante todo un año, rodeada de flores creadas a propósito para que perduren un tiempo y luego se biodegraden.
Flores sostenibles
Al principio bajaban flores naturales pero, al ir sumergiéndose las flores salían a flote, a la superficie. Luego probaron con las artificiales, pero al cabo de un año seguían allí abajo iguales. Para darle mayor naturalidad optaron por unas biodegradables que duran un tiempo, luego se esfuman y respetan el ecosistema marino.
Este año han restaurado la imagen con una pintura irisada que con el movimiento del mar produce reflejos. De la restauración se ha encargado el artista ribadense, Juan Monteavaro.
La Virgen quedará envuelta en un aura especial.