Convivencia en clase

Más de seis meses de baja por la agresión de un alumno: "Son casos muy puntuales"

La percepción es que las aulas son entornos pacíficos y seguros. Así se desprende de la macro encuesta de Galicia sobre convivencia

Alumnos en el aula

Paula Pájaro Rives

Santiago - Publicado el

3 min lectura

      
      
             
      

Lleva de baja algo más de seis meses debido a la agresión de un alumno. Se trata de un profesor de secundaria de un centro de Santiago que no quiere contar esta experiencia porque el asunto está en los juzgados y "es la primera vez que me ocurre en toda mi carrera profesional". 

Respetando esta decisión, el asunto nos lleva a preguntarnos por la conflictividad en las aulas. La Consellería de Educación de Galicia realiza una encuesta de convivencia escolar y hábitos sociales para conocer la percepción de seguridad en las aulas y cómo se usa la tecnología.

En 2023 participaron en esta iniciativa 172.000 personas que forman parte de la comunidad educativa, 43 millones de datos y con una fiabilidad del 99%, según destaca la propia administración.

PERCEPCIÓN DE AULAS SEGURAS

Casi 9 de cada 10 personas encuestadas creen que los conflictos son poco frecuentes.

¿Cuáles son los principales problemas? Los relacionados con llegar tarde a clase, no permitir el normal desarrollo de las asignaturas, pero también amenazas, insultos, consumir drogas o tabaco o excluir a algún compañero.

Los conflictos se producen, sobre todo, fuera del aula, en el transporte escolar, en los aseos, el comedor o durante los recreos.

      
             
      

3 de cada 10 alumnos afirma tener problemas relacionados con la convivencia: sienten que otros compañeros se burlan o ríen de ellos, reciben insultos o alguien difunde rumores sobre ellos.

LA CONFLICTIVIDAD VA EN AUMENTO, PERO "NO ES ALARMANTE", SEGÚN LA CIG

¿Qué ocurre con los profesores? Desde el sindicato CIG aseguran que la educación es cada vez más compleja. La etapa secundaria es donde se registra un mayor número de incidencias de convivencia. La conflictividad ha ido en aumento, pero, mantienen: "Los niveles no son preocupantes".

Suso Bermello, responsable de CIG Ensino, explica que las ratios elevadas no ayudan: "Aulas con menos alumnado redundarían en una mejor calidad educativa". Mantienen que la convivencia mejoraría mucho de contar con la figura del trabajador social dentro del ámbito educativo.

      
             
      

Bermello nos cuenta que hay más bajas de maestros por salud mental, por la carga de lidiar con todo tipo de situaciones: "Estamos, como en muchas otras profesiones, afectados por los riesgos psicosociales de la profesión, pero también por los riesgos psicosociales que nuestro propio alumnado tiene. Especialmente en esas edades de preadolescencia, tienen muchos problemas que no dejan en la puerta del instituto. Entran con ellos".

¿cómo se resuelven los conflictos en las aulas?

Desde la Consellería de Educación explican que la percepción es que las aulas son seguras y pacíficas. Pero, ¿Qué pasa cuando surge un conflicto? La directora xeral de ordenación e innovación educativa, Judith Fernández, asegura que está todo tipificado en la norma de convivencia.

El proceso depende de si se trata de faltas menores o más graves. Por ejemplo, un insulto o una interrupción tiene una sanción que puede llegar directamente del docente. El propio profesor puede decidir una expulsión de clase, también el equipo directivo del centro.

      

Las faltas más graves se resuelven a través de un expediente disciplinario y con sanciones recogidas, que pueden ser recurridas por el alumnado y su familia, como la expulsión durante unos días de una materia concreta o del centro educativo.

Para la resolución de los problemas más graves se instaura un proceso con un instructor que haría de "fiscal" y la dirección que determina la sanción.