El "tsunami" que se llevó por delante las viviendas en Neda: "Me llevó hasta la cartera"
Varias viviendas anegadas con el desbordamiento del río Belelle, en Neda. También se han producido anegamientos en Ferrol, Fene o Mazaricos
Galicia - Publicado el - Actualizado
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El río Belelle se ha llevado esta madrugada por delante varias viviendas de Neda, en la ría de Ferrol. La fuerza del agua rompió un muro de contención y el cauce fluvial terminó afectando a los edificios cercanos.
"Fue como un tsunami", explica en Herrera en Cope en Ferrol Jorge López, uno de los vecinos afectados. "Entró el agua por la puerta y se llevó todo por delante, los muebles, hasta los platos y los vasos, me llevó hasta la cartera", lamenta.
La Agencia de Emergencias de Galicia AXEGA ha enviado a la zona medios para ayudar a las autoridades locales a restablecer la situación tanto en Neda como en el vecino municipio de Fene, afectado también por las riadas. Durante la madrugada algunos vecinos se quedaron atrapados en sus casas.
Ante subidas del caudal de los ríos los técnicos de emergencias recomiendan quedarse en la zona alta de las casas y no salir a la calle.
Garajes inundados en Fene
A esta hora las lluvias remiten, pero la situación sigue siendo complicada en algunos núcleos rurales de Fene, donde se han producido también anegaciones importantes. Natalia vive en el núcleo urbano de Perlío y en su edificio los vecinos tuvieron que sacar los coches del garaje.
"Hay cinco o diez centímetros de agua, sacaron los coches para fuera. Además, nadie sube ni baja en el ascensor porque se oye como está encharcado".
Las inundaciones son habituales en la zona, desde hace días el río estaba vallado en previsión de que se saliese de su cauce normal.
La Axega ha enviado allí un semirremolque de achique y una furgoneta de usos múltiples para ayudar en las labores de evacuación del agua.
En la propia ciudad de Ferrol se han registrado hasta 78 litros por metro cuadrado en 12 horas y los servicios de emergencia han trabajado a fondo.
Según informa el ayuntamiento, una pala tuvo que retirar tierra de un talud que había quedado taponado.
Según relatan a Cope Galicia vecinos de la ciudad departamental, la ciudad se vio colapsada a última hora de la tarde, con amplias zonas de barrios como Caranza o Esteiro anegadas.
"Me llevó casi cincuenta minutos desplazarme de Ferrol a Fene", lamenta aún con el susto en el cuerpo una vecina. "Había inundaciones por todas partes".
Preocupación por el nivel del río en Betanzos
Las lluvias de las últimas semanas mantienen muy alto el nivel de numerosos ríos en Galicia, no solo en la zona de Ferrolterra. En Betanzos se ha activado la fase de preemergencia por riesgo de inundación en los ríos Mendo y Mandeo.
El ayuntamiento de la localidad coruñesa pide a la población que extreme precauciones y eviten acercarse a las cuencas de los ríos. Según los registros de las agencias meteorológicas se han acumulado allí más de 60 litros por metro cuadrado en lo más duro del episodio atmosférico adverso.
Otros ríos que presentan caudales preocupantes son el Mera en Ortigueira, el Tambre en Val do Dubra o el Rego das Mestas en Valdoviño.
También en Mazaricos, en la zona de la Costa da Morte, hacen balance de daños en un albergue que se ha encharcado completamente. La apertura de compuertas en la presa del Xallas, unos kilómetros arriba, ha hecho subir notablemente el caudal del río y las instalaciones han resultado afectadas. A media mañana de este martes el agua aún les llegaba por las rodillas y los daños son cuantiosos.
Otro de los puntos conflictivos ha sido la fervenza do Ézaro, en Dumbría. La fuerza del río se ha llevado por delante una parte de la pasarela que se utiliza para sacar fotos con la cascada de fondo. Las autoridades municipales piden a la población que no se acerquen a la zona porque puede ser peligroso.
Un árbol de grandes dimensiones caído en Santiago
En la zona de Santiago el viento ha soplado con fuerza. En el camino de Bidueiro, en las inmediaciones del hospital Clínico los bomberos trabajan desde primera hora para retirar un árbol de grandes dimensiones que se ha desplomado sobre la calzada.
El tráfico está desviado, a lo largo de la mañana está previsto que quede restablecido una vez sea retirado el árbol.
En la zona de San Lourenzo hay varias zonas amuralladas con vallas de seguridad para evitar daños personales en caso de que se produzca un desprendimiento.
Tanto la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) como Meteogalicia mantienen las alertas activas por lluvias que pueden acumular hasta 40 litros por metro cuadrado en solo una hora.
Durante la madrugada se han contabilizado más de 200 incidencias en Galicia, la mayoría en la zona de Ferrolterra.
Esta tarde se anuncia una mejoría en las condiciones meteorológicas, con una ventana de tiempo seco que va a durar hasta última hora del miércoles. Con todo, ha seguido lloviendo con cierta intensidad en muchos puntos de la fachada atlántica.
Ha sido la fachada atlántica la zona más afectada por el río atmosférico. En la localidad de Lousame, cercana a la ría de Muros y Noia, se han llegado a acumular hasta 115 litros por metro cuadrado en solo 12 horas, y en la zona de As Pontes, en el Norte de A Coruña han llegado a los 110 l/m.
Por contra, en la mitad oriental de Galicia apenas ha llovido estas últimas horas.
Repercusiones del agua dulce en los bancos marisqueros
Las precipitaciones de las últimas semanas han dejado también problemas de alta mortandad del marisco en bancos de la ría de Muros y Noia y Betanzos. El agua dulce mata almejas y berberechos, que acaban acumulándose en la orilla.
En Noia la campaña marisquera de este año se ha suspendido antes de tiempo por estos episodios de aguas torrenciales que cumplen ya más de un mes en Galicia.
En algunas zonas de Galicia, como el interior de la provincia de Pontevedra, el pasado mes de octubre fue el más lluvioso de los últimos cuarenta años, con acumulaciones de más de 600 litros por metro cuadrado en un solo mes.
Por contra, las temperaturas están en niveles altos. Estos días muchos puntos de Galicia han superado los 20 grados, y en el principio del otoño se superaron incluso los 30 en el interior de la comunidad.