ENTREVISTA

El alcalde de Portas participa como voluntario en la zona cero de la DANA

Entrevistamos a Ricardo Martínez que está de regreso desde Valencia después de ocho días colaborando sobre el terreno con varios voluntarios del municipio  

José Jardón

Pontevedra - Publicado el

2 min lectura

      
      
             
      

Este martes se cumplen dos semanas de una catástrofe que suma más de 220 muertos y que ha arrasado decenas de municipios en la provincia de Valencia. Desde que la DANA golpeó la Comunidad Valenciana, miles de voluntarios procedentes de toda España se desplazaron hasta las zonas más afectadas para echar una mano. Entre ellos, varios voluntarios del Concello de Portas, un pequeño municipio de la provincia de Pontevedra, que fletó una caravana solidaria en la que iba su alcalde, Ricardo Martínez.

UNA SITUACIÓN DE CATÁSTROFE

En una entrevista en COPE Pontevedra, el regidor de Portas contaba que ya están de vuelta en Galicia después de ocho días de intenso trabajo sobre el terreno. Ricardo Martínez relataba una situación mucho más dura de la que se puede ver por televisión o en redes sociales: "un nunca se pode imaxinar todo iso. Unha vez que estás alí, dáste conta de que é moito máis do que parece en televisión". 

El alcalde y el resto de los voluntarios ayudaron en la limpieza de varias localidades, aunque lo que más les sorprendió fue cómo se encuentra la llamada “zona cero de la DANA”, es decir, el municipio de Paiporta, que ha quedado devastado por la riada que asoló el Levante español hace ahora dos semanas.

"PSICOLÓGICAMENTE HUNDIDOS"

Psicológicamente, nos explica Ricardo Martínez, la “xente está moi tocada, necesitan cariño, necesitan axuda. Porque practicamente perderon todo, perderon toda unha vida de traballo e é duro, moi duro asimilalo”. Además, recalca que “aínda hai moito, moitísimo traballo por facer. Unha cousa é que as rúas estean transitables e outra moi distinta que se teña recuperado a normalidade”.

Ricardo Martínez agradece la enorme amabilidad de todos los vecinos que, pese a estar anímicamente destrozados, son muy amables y cercanos con las personas voluntarias que colaboran desde hace dos semanas en esos trabajos de limpieza en las zonas más afectadas por la DANA. Y además nos insiste en la idea de que tardarán mucho tiempo en recuperar algo parecido a la "normalidad".