¿Cuáles son los pros y contras de la inteligencia artificial en las aulas? Una experta te lo explica

En los próximos días, más de 114.000 alumnos de Infantil, Primaria, ESO y Bachillerato volverán a clase en nuestra provincia, 2.200 menos que hace tan solo un año. Este lunes, quienes ya han iniciado el curso son los estudiantes de la Universidade de Vigo, que ha incorporado a casi 4.000 nuevos estudiantes en sus grados y másteres.

Tanto unos como otros afrontan este curso, y probablemente el resto de su vida académica, un desafío importante relacionado con el uso, y posible abuso, de las herramientas de inteligencia artificial (IA). La gran pregunta es cómo deben enfrentar alumnos y docentes esta tecnología que está llamada a transformar radicalmente la educación.

Para Eugenia Trigo, doctora en filosofía e investigadora en el campo de la educación, no cabe darle la espalda a esta revolución. Los profesores, según ella, deben actualizarse, ya que la presencia de la IA en las aulas y en el mundo es imparable.

"La IA debe ser una herramienta en la educación, no un sustituto del pensamiento crítico"

Trigo opina que, aunque la IA tiene un enorme potencial, su implementación debe centrarse en mejorar el proceso educativo sin comprometer la capacidad de reflexión y análisis crítico de los estudiantes.

Según la experta, los docentes, tanto los más experimentados como los más jóvenes, deberían formarse en el uso de esta tecnología. Para ella, adoptar una postura “negacionista” que limite su uso en las aulas no es viable: "Los profesores no pueden ignorar el mundo en el que viven".

La educación no puede basarse en repetir conocimientos, sino en comprender y cuestionar

La investigadora subraya que la enseñanza ya no puede seguir enfocándose en la simple repetición de conocimientos. "Debemos educar para el sentido crítico y la creatividad, no para respuestas automáticas", afirma Trigo. En un mundo donde los algoritmos pueden proporcionar respuestas rápidas, el verdadero valor de la educación reside en enseñar a los estudiantes a hacerse preguntas inteligentes y a desarrollar un pensamiento crítico. "Los algoritmos todavía no saben formular las preguntas incómodas que conducen al conocimiento profundo", añade.

El mal uso de la IA y el “exceso de pantallas”, principales peligros de la ia

Eugenia Trigo también alerta sobre los peligros del mal uso de las tecnologías, que pueden reducir la capacidad de reflexión si se abusa de ellas. Por ejemplo, menciona el riesgo de que los estudiantes usen herramientas como ChatGPT para resolver problemas sin esforzarse en comprender los procesos. "Si seguimos evaluando como hace 30 años, no estamos educando para los tiempos actuales", advierte.

Aun así, Trigo destaca que la IA tiene un gran potencial si se emplea con criterio. "La IA debe servir para fomentar el pensamiento crítico, no para sustituirlo", concluye. Por ello, insiste en la necesidad de replantear la formación de los docentes, para que aprendan a integrar esta tecnología en sus prácticas pedagógicas sin perder de vista los valores esenciales de la educación.

En definitiva, Eugenia Trigo aboga por una educación que aproveche las ventajas de la inteligencia artificial, pero sin olvidar su principal misión: formar personas capaces de pensar de manera crítica e independiente.