Los siete pecados capitales de Rafa Benítez

El ya exentrenador del Celta encadena excesivos errores en sus ocho meses al frente del equipo

Santi Peón

Vigo - Publicado el - Actualizado

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Rafa Benítez ya no es el entrenador del Celta. Y es el momento de analizar qué ha salido mal para que un entrenador con su experiencia haya fracasado de una forma tan estrepitosa en Vigo. Estos son, a mi parecer, los siete errores capitales que han acabado con la etapa de Benítez como técnico del RC Celta en cuestión de ocho meses, a pesar del contrato inicial que vinculaba a ambas partes por tres años.

1. Los resultados. En el tiempo que Benítez ha estado dirigiendo al Celta, el equipo ha cosechado muy malos resultados. Un bagaje muy pobre de victorias, sufridas casi todas ellas. Aunque es justo decir que, en el inicio de la temporada, las decisiones arbitrales lastraron el inicio del equipo.

2. La clasificación. Faltan diez jornadas para el final del campeonato y el Celta sigue metido de lleno en la pelea por la permanencia. Aventaja en tan solo dos puntos al Cádiz y tiene por delante dos enfrentamientos directos ante Sevilla y Rayo Vallecano.

3. Falta de identidad. La idea de fútbol de Benítez es antagónica con lo que quiere ver Balaidos. Un fútbol que empieza desde una defensa muy sólida y que crece de atrás hacia adelante. Muy lejos del "fútbol de salón" que añora el celtismo.

4. Ausencia de sintonía con la grada. En las últimas jornadas en Balaidos se respiraba un ambiente muy crítico contra el entrenador, abucheado cuando su nombre sonaba por megafonía. En varias ocasiones, Balaidos coreó el "Benítez vete ya", al que el técnico respondía en sala de prensa.

5. Diferencias con algunos jugadores. En las últimas semanas, varios componentes de la plantilla se han dirigido a Benítez para manifestarle su descontento con situaciones que estaban pasando en torno al equipo. Uno de ellos, Vicente Guaita, que pidió más autocrítica al técnico.

6. Un mensaje que no calaba. Desde hace algunas semanas, Benítez no transmitía nada a su plantilla. El descontento era general con muchas de sus decisiones.

7. Falta de autocrítica. Tras perder ante el Girona, a Benítez se le preguntó por qué no hacía más autocrítica y respondió que era un argumento "facilísimo" pero con el que no estaba de acuerdo. Según él, los trapos sucios se lavan de puertas para dentro. Algo que dejó de hacer en las últimas semanas, cuando empezó a criticar públicamente a sus jugadores.

Por todo ello, Rafa Benítez ha dejado de ser, antes de lo previsto, entrenador del Celta.

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