Abraham Cupeiro amedrantará al Barça en Vigo con el sonido de su karnix

El celtismo recibirá este sábado una dosis extra de motivación y adrenalina antes de que sus jugadores salten al campo para recibir en Balaídos al Barcelona, líder de la competición.

Se la inyectará por vía auditiva el músico lucense Abraham Cupeiro, conocido por su recuperación de instrumentos ancestrales y por su participación en la banda sonora de Gladiator II. 

Cupeiro hará sonar en el centro del campo un Karnix, trompeta celta que atemorizaba a las legiones romanas en el campo de batalla y por la que siente un enorme respeto, al menos el mismo que los celtismo espera que inspire en los jugadores del Barcelona. 

"Tiene la cabeza de un jabalí, de una serpiente, de un dragón, en fin, de animales fieros para intimidar al enemigo en la batalla, y espero que nos dé un poco de ayuda aunque el Celta juega muy bien, no creo que le haga falta", ha dicho el músico lucense en COPE.

las pruebas

Cupeiro ya ha probado el sonido de su karnix en el feudo vigués y el resultado ha sido satisfactorio: "Yo siempre que la toco es un instrumento que incluso tengo que mantener un poco el equilibrio emocional porque te suliveya demasiado. Además el otro día lo probé en Balaídos y suena tan bien en ese campo, tienen una reverberación tan especial que va a ser algo mágico", afirma. Es más, cree que "si el publico se emociona la mitad" de lo que se emocionó él, el ambiente del estadio puede ser como el de pocas veces.

La idea es tocar la fibra de los espectadores y también apelar a su orgullo celtista. Y Abraham cree que lo conseguirá si el público "se emociona la mitad" de lo que ha hecho él en los ensayos sobre el césped.

Celtista desde joven por la influencia de su hermano, Cupeiro se reconoce un admirador no sólo del juego del equipo de Claudio Giráldez sino de la filosofía del club y de su apuesta por la cantera, de modo que se siente feliz ante la posibilidad de actuar ante la afición del que también es su equipo.

Lo hará sin nervios, asegura, pero con una enorme ilusión por lo que supone el escenario, el más notable de todos cuantos habrá pisado este año, según reconoce él mismo.