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Un carnicero vigués defenderá a España en el Mundial
Él y otros ocho carniceros del país competirán en marzo en el Campeonato del Mundo de carniceros
Vigo - Publicado el
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El próximo mes de marzo el Campeonato del Mundo de Carniceros se celebra en París y España participará por primera vez en su historia. Lo hará con un equipo formado por nueve carniceros de todos el país, uno de los cuales es de Vigo.
Se llama Javier Vaqueiro, tiene 41 años y es un enamorado de su trabajo. Lo hace con delectación y placer, tratando de aprender en cada oportunidad que se le presenta algo nuevo que lo distinga tanto a él como profesional, como a su carnicería. Y en París, tendrá la oportunidad de demostrar lo que vale.
un equipo de novatos
"Somos una selección de jugadores, entre comillas, carniceros en este caso, y vamos a jugar el Mundial. Como suena. Somos 19 selecciones y vamos a intentar dejar el pabellón bien alto, con el hándicap de que nosotros somos los novatos", ha contado Javier en COPE, que subraya la necesidad de poner en juego "valores y actitudes" pero a un nivel "acojonante".
Cada una de las selecciones cuenta con nueve carniceros, seis titulares y tres suplentes. Recibirán media ternera, medio cerdo, un cordero y cinco pollos y dispondrán de tres horas y media para preparar una mesa de exposición con al menos medio centenar de presentaciones, las cuales, cuanto más elaboradas, más lentas de realizar, lo que puede convertirse en un problema cuando de trabaja contra el cronómetro.
puntúa casi todo
Esto, así contado, es "una versión muy resumida", como explica Javier, porque luego, por ejemplo, "puntúan cosas como que cuando despiezas una pieza, la fascia, que es esa piel finita que recubre el músculo, no debe tener ni un sólo rasguño".
Por puntuar puntúa incluso lo limpio que consigan estos carniceros mantener el mandil durante esas tres horas y media de despiece y preparación, una actividad que este cocinero vigués lleva realizando desde los 16 años, cuando hizo un trato con padre, cocinero también, para que le dejara comprar una moto. A cambio tuvo que ayudarle en la carnicería. Y allí, poco a poco, fue tomándole el gusto a una profesión de la que es todo un maestro. Tanto como para haber sido seleccionado como uno de los representantes de España en el Mundial para orgullo de su padre.