Un ángel más guarda al Betis desde hoy en Ibiza

Rafael "el perri", cantaor natural de La Puebla de Cazalla, ya le canta a su Betis desde el cielo

Jordi Jiménez

Mallorca - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Acostumbramos a identificar a los equipos de fútbol con los futbolistas que coyunturalmente visten su camiseta, cuando los equipos son sus aficionados. Nada hay más identificativo de un equipo que esas almas que arropan a su equipo en la riqueza y en la pobreza, en la victoria y la derrota. Nada más identificativo que esos aficionados que generación tras generación siguen acudiendo a su estadio.

Sí, los equipos son sus aficionados, y si una persona puede ser rica sin tener un duro en el bolsillo, por los amigos que tenga y le quieran, un equipo de fútbol puede ser el más rico del mundo sin necesariamente ser el que más ingresos tenga o más títulos gane, sino por los miles de aficionados que le quieran.

El Betis tiene un ángel en cada puerto que cuida de él, desde hoy también en Ibiza. Drante muchos años, muchos andaluces jugaron el partido de su vida, tuvieron que salir de sus casas para conseguir la victoria del porvenir, un futuro mejor, y muchos de ellos extendieron sentimiento bético por toda España. Dejaron su querida Andalucía, a su familia, todo lo que conocían, para instalarse allá donde hacían falta manos. Además de Barcelona, Madrid y otros lugares, fueron miles los que se instalaron en las Baleares, especialmente Mallorca e Ibiza.

A Ibiza llegaron muchos vecinos de la Puebla de Cazalla, Sevilla, hace más de medio siglo. En Sant Antoni a comienzos de los 90 eran el 10% de la población. Andaluces de interior que se embarcaron sin miedo al mar para buscar un futuro y acabaron instalados rodeados de mar. Rafael era uno de ellos y era de La Puebla de Cazalla como la Niña.

Rafael "el perri" era uno de los miles de "moriscos" de Ibiza, como se conoce a los naturales de esta población sevillana a 60 kilómetros de la capital, que no se perdía un partido del Betis, que sufría con él, que expresaba sus sentimientos con la fuerza del cante. Se ha convertido hoy en un ángel más que seguirá cuidando de su Betis ya desde otro lugar.

Su voz se ha apagado, Rafael "el perri" no le cantará más a sus amigos ni compartirá las largas veladas al compás, quizá porque ya ha cantado todo lo que quiso y más, porque ha decidido tomarse el fútbol de otra manera y ya no sufrir más, ahora disfrutará con la calma de la eternidad del regate de la magia de Isco, del regate de Fekir, del grito "Beeeetis" del Villamarín. Se ha ido sin avisar, seguramente tras ver un Villamarín engalanado hasta la bandera con la fuerza de 60.000 almas gritando ¡Beeetis! Sabiendo que está en buenas manos, tan acompañado, Rafa ha decidido irse tranquilo.

Los ídolos modernos hace tiempo que se visten de corto, unas veces futbolistas, otras veces baloncestistas, otras tenistas o luchadores, pero el corazón de los equipos es su gente, ese corazón grande de Rafa. El pasado 27 de Enero en el Mallorca-Betis en Son Moix, Tiempo de Juego se acordaba de Rafa, ejemplo de uno de tantos béticos de Baleares que desde su Ibiza imaginaba bonitos goles en verdiblanco. Y curiosamente, aquel día ganó el Betis con gran gol del canterano Sergi Altimira.

Para cantarle a su Betis y a sus amigos ya no necesitará prepararse mucho, allá estará sin esfuerzo para "cantarte tu canción...y aunque úlitmo estuviera, siempre te ven campeón". "Luz en la mañana" de tantos días acompañando a sus clientes "y en la noche quejío y quiebro" con la voz de su alma. Descansa en paz viejo joven bético, Rafa.

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