Abdón: "Igual deberían inventar también una tarjeta para los árbitros"
El arbitraje de González Fuertes ante la Real Sociedad saca de quicio al Mallorca que acaba con Raíllo, Van Der Heyden y Toni Amor expulsados
Mallorca - Publicado el - Actualizado
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Una bronca en Son Moix como las de toda la vida, un arbitraje que sacó de quicio al RCD Mallorca y a su afición,
mucho contacto, muchos agarrones, protestas, amarillas a diestro y siniestro, hasta 14, cuatro rojas. Un manojo de nervios de partido es en lo que se convirtió la segunda entrega en pocos días del Mallorca-Real Sociedad.
En esta ocasión era la liga, tras el reciente duelo de ida en la semifinal de la Copa del Rey. El siguiente ya será en poco más de una semana en San Sebastián para buscar la final de la Copa del Rey. Viendo el partido de ayer, las cuentas pendientes para Anoeta serán unas cuántas. No porque haya habido malos modos en especial entre los jugadores pero sí son dos equipos que no rehúyen el contacto, todo lo contrario, son bravos, la pelea fue máxima.
Pero a los bemellones les desquició González Fuertes, el árbitro empezó por no señalar faltas a favor que los mallorquinistas y el público reclamaban como claras. El criterio en las faltas empezó a sacar al Mallorca de un partido que había empezado ganando muy pronto con el golazo de Antonio Sánchez desde media distancia (su tercer tanto). A partir de ahí la Real se adueñó del balón y empezó a mostrar su mejor fútbol en los últmos días, porque los realistas venían de cinco partidos sin marcar. Trinagulaciones rápidas emergiendo Brais, Merino y un Take Kubo que fue una pesadilla para su ex equipo. El japonés marcaba el empate en una acción individual en la que todo el estadio reclamó una falta previa sobre Muriqi en el origen de la jugada Pero no se anuló.
En una atmósfera eléctrica, con los nervios a flor de piel, todo acabaría de complicarse antes del descanso. Raíllo recibe una falta de Sadiq, cuando quiere sacar rápido le entorpece el delantero, el defensa se lo quita de encima, eso le supone la amarilla. Raíllo a contiuación aplaude mirando a sus compañeros, pero el colegiado interpreta que es aplauso irónico hacia él y le saca la segunda. El colegiado explica en el acta que fue por reiteradas protestas con gestos con la mano.
A partir de ahí ya la locura total, a Raíllo lo tenían que sujetar para que se fuera al túnel y no empeara las cosas. El Mallorca aguantó estoicamente con 10 toda la segunda mitad, pero finalmente la calidad de la Real se imponía en el último suspiro con el remate de Merino en el descuento y el 1-2.
Un partido que acababa con 14 amarillas, nueve para el Mallorca y cuatro rojas, tres para el Mallorca, Raíllo, Toni Amor y acabado el partido Van der Heyden por decirle "muy mal, muy mal". Se queda sin dos centrales el Mallorca para visitar al Alavés.
Incidencias tras el partido.-
El acta arbitral de González Fuertes refleja que el preparador de porteros, Luivi de Miguel les llamó "payasos" en el túnel y que la policía nacional le informó de algunos escupitajos desde la grada hacia él.
Mientras Javier Aguirre no quería cargar las tintas en el arbitraje tras el partido y decía que "Raíllo sabe que se ha equivocado, lo hablaremos mañana (por hoy) con calma", el delantero Abdón Prats dejaba una perla ante las cámaras de Movistar: "sabemos que están hablando de la tarjeta esta azul tan famosa, igual se tendría que inventar también alguna tarjeta para los colegiados, si estamos haciendo todo este show pues habría que mirar esto".