El aplaudido gesto del árbitro José García Ferrer en un partido de prebenjamines

El fútbol está necesitado de valores especialmente en la formación, en la que por desgracia estamos acostumbrados a vivir una tensión y un mal comportamiento, mala educación, que incluso acaban en violencia física. Hemos vivido en el fútbol español y en concreto en el balear episodios deleznables y además en el fúfbol formativo.

Es más numerosa la cantidad de integrantes de la familia del fútbol que lo hacen bien y que entienden de valores como respeto y educación, especialmente con material tan sensible como los niños, que los violentos que hacen mucho ruido con su mal comportamiento, lo que es un reflejo de una sociedad en la que sobra la crispación y falta educación.

Sin embargo, si como queda dicho nos encontramos con frecuencia escenas de partidos de fútbol con tánganas, violencia verbal o amenazas etc, seguro que están ocurriendo escenas reconfortantes, admirables, positivas en un montón de rincones de la sociedad y de nuestro fútbol. Tiene que ocurrir que esas escenas trasciendan y entonces adquieren un valor pedagógico incalculable.

Es lo que ha ocurrido en un partido de prebenjamín el pasado fin de semana que enfrentaba al At.Baleares y el Sóller en Son Malferit. Ocurrió cuando el portero local se confundió de líneas del área y cogió el balón fuera del área de penalti de fútbol 7. Al darse cuenta del error y pitarle el árbitro la consiguiente falta, el niño se puso a llorar por la vergüenza de su error.

Sin embargo, aquí ocurrió lo que ha despertado la admiración de todo el mundo. El colegiado, José García Ferrer, acudió rápidamente al chico para explicarle el error y que no se preocupara. Rodeado por los niños de los dos equipos que escuchaban la explicación del colegiado, que decidió reanudar con un bote neutral, ante el aplauso y reconocimiento de los presentes en las intalaciones del Atlético Baleares. La escena ha sido difundida por la cuenta del periodista Matías Adrover Instagram Actualidad Fútbol Base.

José García Ferrer es un árbitro conocido en el arbitraje balear querido por sus compañeros. En 2022 dejaba la Tercera RFEF para arbitrar tan solo fútbol base. Fue asistente también cinco años en Segunda B.